Cerca de las 18:00 del domingo 10 de mayo de 2020, cruzaba el puesto de fiscalización de Centinela, en el límite entre Corrientes y Misiones sobre la ruta nacional 14, la comitiva procedente del ex Zoo de Buenos Aires (hoy Ecoparque porteño) que desde el día anterior trasladaba a la elefanta “Mara”, rumbo a su libertad en un santuario ambiental en Brasil.
Mara transitó a lo largo de toda la provincia por la ruta 12 rumbo a Puerto Iguazú, desde donde el 11 de mayo cruzó al país vecino y el miércoles 13 llegó a su destino final, en el selvático Mato Grosso.
Nacida en la India, “Mara” llegó en 1995 a la capital argentina después de ser utilizada -y maltratada- por varios circos. Tras 25 años de cautiverio en el recinto zoológico porteño, y después de más de un año de trámites para coordinar su establecimiento definitivo en el Santuario de Elefantes de Brasil (SEB), en la ciudad de Chapada dos Guimarães, el 9 de mayo inició sus casi cinco días de viaje, en una caja especialmente acondicionada a bordo de un camión, para recorrer alrededor de 2.700 kilómetros.
La etapa misionera del viaje inició el 10 por la tarde en San José y se completó en las primeras horas del 11 en Puerto Iguazú.
El Santuario de Elefantes de Brasil es el primer refugio de América Latina que cuenta con un espacio diseñado para ofrecer vida digna y en semi-libertad a elefantes que han vivido en cautiverio.
Actualmente, alberga a otras cuatro elefantas asiáticas, además de Mara: Guillermina, Rana, Maia y Bambi. Guillermina realizó la misma travesía a través de Misiones en 2022 junto a su madre Pocha, quien lamentablemente falleció tiempo después.
Recientemente se sumó la elefanta africana Pupy, quien el pasado 14 de abril de 2025 emprendió un viaje idéntico hacia Mato Grosso, acompañada por personal especializado y con varias paradas preestablecidas.
El 15 de abril atravesó la provincia de Misiones y esa misma tarde llegó al puente internacional Tancredo Neves que une la ciudad argentina de Puerto Iguazú con Foz de Iguazú. Allí, tras verificar el estado sanitario de la elefanta y que el transporte estuviera en las condiciones requeridas, el animal se encuentra ya en su nuevo hogar.
Pronto será el turno también de Kenya, una de las dos elefantas que quedan en el ex zoo de Mendoza y que está en la etapa final de su entrenamiento para soportar de la mejor manera posible los más de 3.000 kilómetros de traslado hasta el Mato Grosso, pasando una vez más por Misiones y cruzando a Brasil vía Puerto Iguazú.