No confundir una buena historia con un buen conflicto. El secreto es lo que autor hace con él, el lugar donde ubica el problema, la profundidad con que lo araña, las capas a las que puede acceder. La serie documental de Sergio Agüero (Kun por Agüero, en Disney+) cumple con la regla de excavado y zoom. Tiene la misma efectividad que el ex delantero mostraba en la cancha.
Nacer en la adversidad, en medio de un trabajo de parto maternal en una casa inundada. Crecer bajo la presión de goles infantiles que se cambian por billetes de 20 pesos. Ocultar una arritmia para no abandonar el sueño del fútbol… El cuento no defrauda. Revela y golpea.
No es necesario ser psicólogo para hacerse un festín con este producto audiovisual donde lo verbal es la estrella, pero también lo no dicho, los gestos, los silencios, la ambigüedad de la palabra.
Así como el ex tenista Guillermo Pérez Roldán denunció en su serie documental -por la misma plataforma- un calvario vivido con relación a la agresión recibida por su padre, Agüero también denuncia de algún modo ese rol paternal, con menos gravedad y con derecho a réplica. Da posibilidad de que el propio padre, Leonel del Castillo, pueda dar su punto de vista en esta suerte de biopic.
«Por ahí perdía un partido y no podía hablar porque él estaba enojado. Siempre diciendo ‘no vas a venir más, no sé para qué te traigo’. Yo era chico y lloraba. Todo el tiempo mi cabeza era ‘tengo que ganar»‘, declara el protagonista a cámara y abre una puerta inesperada y traumática.
Con sus confesiones nos anoticiamos de conductas paternales repudiables, como el pedido desmesurado al niño: cinco goles en un primer tiempo en un equipo de barrio para poder sacarlo del partido y llevarlo a otro. «Con el tiempo me fui dando cuenta de que mi padre algo de dinero recibía».
«Yo le buscaba el error para que él crezca y sepa que siempre le faltaba algo. Nunca le dije que era bueno«, suelta sin pudor el padre. Su ángulo, su óptica, bien valdría otro documental que expusiera la problemática de esas familias sostenidas por niños que juegan al fútbol, pigmeos en «fábricas» de Maradona que viven en un ámbito de presión y obligaciones.

Sin salirse del prolijo manual del género documental, y sin deslumbrar, Kun por Agüero logra que el espectador no quede indiferente a esta biografía. Un intento más hondo que el foco en las redes perforadas.
El relato arranca el 15 de diciembre de 2021 en un pasillo de estadio (el de Barcelona). El goleador se seca las lágrimas con un tapabocas pandémico. Está a punto de anunciar que dejará el fútbol a causa de su problema cardíaco. El drama sirve de puntapié para otras desventuras de las que supo salir triunfante. Ya lo dice su madre, Adriana Agüero: «Nació con una varita mágica».
El valor agregado lo tiene el archivo fílmico de la propia familia. Escenas de junio de 1988 mientras el vientre de su madre explota, o el Kun ya en incubadora, o diminuto acariciado por esa madre que terminó con complicaciones de salud y transfusiones. «Tenía un 50% de probabilidades de perderlo», advierte emocionada Adriana 36 años después.

El acierto de esta producción es no anclar simplemente en lo futbolístico, en su huella en Independiente, Atlético de Madrid, Manchester City, Barcelona, la Selección. Hay una construcción del protagonista desde su prehistoria, desde ese padre que vio frustrado su sueño de jugador para trasladarlo a su hijo con cierta tiranía.
Lionel Messi, Pep Guardiola, los amigos Pepe, Campito, Pocho, el biógrafo Daniel Frescó, el cardiólogo Roberto Peidró, el representante Hernán Reguera, su pareja Sofía Calzetti, el streamer español Ibai Llanos y otra decena prestan testimonio para ir esbozando mosaicos de ese crack devenido en streamer y CEO de un equipo de deportes electrónicos.
El manejo paterno de la fortuna; el noviazgo con Giannina Maradona como hija del mito (y el peso que eso supuso); el ingreso a su vida del mismísimo Diego Maradona; la llegada del primer hijo, Benjamin (nieto de Diego); los coqueteos con la muerte, el día que despertó pidiendo auxilio; la punción cardíaca y la estimulación eléctrica a su corazón… Varias aristas nos permiten ingresar a una dimensión humana del ídolo.

El corazón del Kun no late como el de la mayoría de los mortales. Algo de la cuestión del ritmo también está presente en estos cuatro episodios. De pronto, cuando el documental se posa en los tramos deportivos, se vuelve lugar común, pero el compás o la cadencia se estabilizan en la búsqueda más personal.
Ficha
Calificación: Buena
Documental biográfico Testimonios: Kun Agüero, Lionel Messi, Pep Guardiola y otros Dirección: Justin Webster Emisión: Cuatro capítulos, por Disney+.