El ruido del tráfico es constante en el tramo de la ronda del Mig que quedó sin cubrir hace 22 años y los vecinos que viven en los bloques de pisos más cercanos a esta vía creen que ha llegado el momento de soterrarla de una vez por todas. Pensaron que podrían conseguirlo cuando el Ayuntamiento aprobó el año pasado en el pleno municipal la realización de un estudio de viabilidad técnica y económica, pero lo cierto es que su objetivo aún está muy lejos de hacerse realidad.
“Es una fuente constante de contaminación ambiental y acústica que afecta gravemente a la salud y a la calidad de vida de quienes residen en la zona”, lamenta Óscar Palomino, presidente de la asociación Millorem Barcelona. La entidad que ejerce la representación de los vecinos se refiere al tramo que queda a cielo abierto como una “autopista urbana que representa una fractura en la cohesión del barrio”.
La empresa municipal Bimsa hizo los deberes y finalizó en diciembre el estudio solicitado para valorar la cobertura del tramo entre las calles Mejía Lequerica (por debajo de la clínica Dexeus) y la plaza Prat de la Riba (donde empieza la ronda General Mitre). Pero el Ayuntamiento no se ha querido quedar en esa propuesta más técnica y ha encargado un segundo estudio complementario a la arquitecta jefe, Maria Buhigas.
El estudio que está elaborando la arquitecta jefa pondrá diversas alternativas técnicas sobre la mesa
Aunque se prometió que estaría listo a finales de abril, no hay noticias todavía sobre su finalización. Fuentes municipales confirman que actualmente se está trabajando en ese informe iniciado a partir de la aprobación en el plenario por parte del gobierno municipal con el apoyo de Junts y el PP. En el documento que está ultimando el equipo de Buhigas se contemplan distintos escenarios, no únicamente el de una cobertura total del kilómetro que queda descubierto. “Incluirán posibles alternativas de mejora del entorno, coberturas parciales u otras soluciones para minimizar el impacto actual en los entornos y los vecinos”, explican desde el Consistorio.
Entre los vecinos cunde la sensación de que les están dando largas y que aquella ilusión generada por el encargo del estudio no se va a traducir en nada concreto a corto plazo. Para tratar de hacer presión sobre el Ayuntamiento han recogido cerca de 4.000 firmas.
El precedente de los vecinos de la Vall d’Hebron con la ronda de Dalt
Su reivindicación aspira a conseguir lo mismo que los vecinos de la ronda de Dalt, donde se cubrieron 200 metros en el anterior mandato a la altura de la Vall d’Hebron y 350 más se encuentran en obras con el objetivo de estar finalizados en el 2027. La lentitud del proceso de los vecinos de la ronda de Dalt invita a los de la ronda del Mig a cargarse de paciencia.