Pekín, 13 may (EFE).- China y los países de Latinoamérica y el Caribe trazaron este martes en Pekín un mapa de cooperación para los próximos dos años en un foro en el que presidentes y ministros de Exteriores defendieron su derecho a decidir con quién comerciar, en medio de la guerra arancelaria global iniciada por Estados Unidos.
La IV Reunión Ministerial del foro China-CELAC aprobó para el periodo 2025-2027 un centenar de proyectos que se suman a una línea de crédito de 60.000 millones de yuanes (aproximadamente 8.330 millones de dólares, 7.498 millones de euros) anunciada por el líder chino, Xi Jinping.
Y es que a pesar de tratarse de una reunión de ministros de Exteriores, la cita la protagonizaron el propio Xi y los presidentes de Colombia, Gustavo Petro; Chile, Gabriel Boric, y Brasil, Luiz Inacio Lula de Silva, cuya inédita asistencia implica una firme declaración de intenciones frente a un Washington irritado por la presencia creciente de China en la región.
Las alusiones veladas a la potencia norteamericana se repitieron en buena parte de los discursos de apertura, en los que el denominador común fue la defensa del multilateralismo y la cooperación basada en la igualdad.
Así, Xi declaró su «apoyo» a que los países de la CELAC «rechacen las interferencias externas», «defiendan su soberanía» y «sigan un camino de desarrollo acorde a sus condiciones nacionales».
Según el líder chino, su país y los de América Latina y el Caribe son «miembros importantes del Sur Global» y deben «mantenerse unidos ante las crecientes tensiones geopolíticas, las confrontaciones entre bloques» y las «crecientes corrientes del unilateralismo y el proteccionismo».
«Es imprescindible que la colaboración entre CELAC y China contribuya a fortalecer la industria y la innovación en la región», dijo por su parte Lula, cuyo país es el principal aliado americano de China.
Lula, que más tarde se reunió en privado con Xi, lamentó las «distorsiones» en el comercio internacional, abogó por «reducir las asimetrías entre los países» y consideró «decisivo» el apoyo chino para lograr las infraestructuras que la región necesita para articularse.
Por su parte, Boric sostuvo que «es el momento para dar un salto de calidad en la vinculación económica con China» en el que es esencial «que se resguarden los principios del respeto mutuo y el reconocimiento de las particularidades de cada nación y sus estados de derecho».
«La soberanía radica no solo en el respeto a las fronteras materiales, sino a la decisión libre y soberana de poder decidir con quién y cuándo comerciar», argumentó el presidente de Chile, uno de los pocos países del mundo que tiene superávit comercial frente a China.
A su vez, Gustavo Petro pidió que se retome el diálogo entre civilizaciones «si se quiere la paz mundial» y consideró que «le corresponde a la CELAC» invitar a dicho diálogo, que ha de ser «horizontal, no vertical» y «libre de autoritarismos e imperialismo».
El foro recibió también un mensaje del presidente de Uruguay (país que sucederá a Colombia en la presidencia rotatoria de la CELAC), Yamandú Orsi, quien calificó de «sumamente oportuno» que el bloque y China se unan para «contribuir positivamente a la paz y la seguridad internacional, la cooperación, el libre comercio y el desarrollo sostenible».
China se ha consolidado como el segundo mayor inversor extrarregional en América Latina, por detrás de Estados Unidos, y es el principal socio comercial de varios países de la región, entre ellos Brasil, Chile y Perú.
En 2015, China se planteó como meta alcanzar un comercio bilateral anual de 500.000 millones de dólares y una inversión acumulada de 250.000 millones en la región de América Latina y el Caribe diez años más adelante.
Esas inversiones las protagoniza la iniciativa de las Nuevas Rutas de la Seda, con la que el gigante asiático pretende generar una red comercial internacional y extender su influencia a nivel global a través de la construcción de infraestructuras, y a la que se han sumado ya más de veinte países de Latinoamérica y el Caribe.
Según datos oficiales, entre enero y septiembre de 2024, el comercio bilateral alcanzó 427.400 millones de dólares, con un aumento interanual del 7,7 %. EFE
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