Sucesos
El caso se conoció como “la Casa del Horror”. Todo se descubrió en barrio Zumarán de la Capital. Un hombre y su por entonces novia fueron condenados a 20 años de cárcel.
13 de mayo de 2025, 21:17
La Cámara 6ª del Crimen de Córdoba condenó a 20 años de prisión a un hombre y a su por entonces novia luego de hallarlos culpables por un caso que conmocionó y que fue conocido como “la Casa del Horror”: tenían el cuerpo de una mujer asesinada enterrado en el patio de la vivienda.
El espeluznante caso sucedió en barrio Zumarán, en la Capital.
El cadáver de N.L., una mujer víctima de toda clase de vulnerabilidades en su vida, fue hallado enterrado debajo de una pileta de lona en 2023.
Daniel Emanuel Ledezma 31) y su exnovia, Elizabeth Natalia Miranda (44), fueron condenados a la pena de 20 años de prisión, tras ser hallados culpables del delito de homicidio calificado.
La condena coincidió con lo que había pedido el fiscal Martín Berger.
Cabe señalar que la pareja había llegado al banquillo de los acusados con una acusación más seria: homicidio agravado por alevosía. Ese delito prevé una pena única de prisión perpetua.
Sin embargo, el fiscal no mantuvo esa acusación y “rebajó” los cargos.
El defensor de la ahora condenada, Diego Larrey, se mostró en contra de la sentencia contra su cliente y anticipó que piensa casar el fallo.
“Acá el que mató a esa pobre mujer fue el hombre. De hecho, lo confesó en el juicio. Mi clienta no tuvo nada que ver en todo eso. Al momento de los supuestos hechos, tal como dice la acusación, ella estaba atravesando un posoperatorio tras una cirugía que había tenido por un accidente de moto”, expresó a La Voz.
En dos semanas se conocerán los fundamentos de este caso que conmocionó a Córdoba en su momento.
Un cadáver enterrado
Todo se descubrió en abril de 2023 cuando una patrulla policial llegó a un domicilio de calle Gaboto al 2000 de Zumarán.
La Policía había sido alertada por una pelea de una pareja. Se oían gritos e insultos.
Uno de los uniformados tocó la puerta y abrió el hombre, quien dijo que “no pasaba nada”.
Fue así que apareció su pareja quien le dijo a los policías que había sido “golpeada” y fue más allá: “¿Por qué no les decís que tenés un cuerpo enterrado en el patio?”.
Los uniformados se miraron entre sí y llamaron a sus jefes.
Al cabo de unos minutos, la zona estaba repleta de móviles, comisarios, un fiscal, funcionarios judiciales, bomberos con palas y peritos de la Policía Judicial.
Mientras se iniciaba el operativo de búsqueda, en la Justicia se cruzó información y los fiscales determinaron que la persona enterrada podía ser una joven mujer que estaba desaparecida hacía al menos un año.
Finalmente, sus restos fueron hallados enterrados en el patio de la casa. Estaban bajo una pileta de lona.
Para entonces, la pareja ya había sido detenida. Los peritajes psiquiátricos determinaron que eran completamente imputables.
La víctima era una vecina del barrio y estaba desaparecida desde febrero de 2022. Su domicilio materno se encuentra a pocas cuadras del sitio donde apareció enterrada.
La investigación por el crimen fue desarrollada por el fiscal de instrucción Andrés Godoy, quien llevó adelante una compleja pesquisa.
Godoy hizo “bañar” las paredes de la “Casa del Horror” con luminol. Él estuvo presente durante el procedimiento y lo condujo.
Luego recorrió el territorio, junto a la división de Homicidios de la Policía de Córdoba, y pudo entrevistarse con allegados a la mujer desaparecida, vecinos de la calle Gaboto y ocasionales testigos de lo que allí ocurría.
De este modo fue reuniendo un cúmulo de información que terminó con la pareja acusada y enviada a juicio.
Quienes conocían a la víctima y sus victimarios creen que en febrero la mujer entró a la casa por su propia voluntad a consumir. En ese marco, fue asesinada presuntamente por el hombre en el marco de una trama atroz.
Una testigo en el juicio señaló que el hombre mantenía relaciones con quien terminó siendo víctima y que había un consumo problemático de drogas.
Si bien en su momento, ambos se habrían echado la culpa de manera recíproca, finalmente el acusado confesó el crimen en la sala de audiencias.