17.8 C
Buenos Aires
sábado, mayo 17, 2025

Emanero revela el insólito origen de su nombre artístico y asegura: «Siempre conecté más con la música uruguaya»

Más Noticias

Federico Giannoni se calza el traje, se sube al escenario de un bar de época y se convierte en Emanero, la estrella de la música argentina que lidera los rankings con hits distintos al resto. Sus canciones se corren del trap con letras sobre sexo explícito para proponer boleros o cumbias tradicionales con versos que evocan a la nostalgia e historias de arrepentimiento o revancha, pero no por eso menos bailables. Hijo de padre uruguayo y madre de la provincia argentina de Río Negro, el músico vuelve a Montevideo para presentarse por primera vez en el Antel Arena. Tras firmar autógrafos y tomarse fotos a la salida de un programa en Canal 10, habla de su vínculo con los fans y revela la insólita historia detrás de su nombre artístico.

-Tu padre era uruguayo, ¿qué dirías que vos tenés de Uruguay?

-Mi padre me pegó un poco la música. Él tenía una guitarra en casa y tocaba un poco de oído. Yo agarré su guitarra cuando era chico y esa fue mi primera conexión con la música.

-¿Tenés alguna influencia de artistas uruguayos?

-Sí. Musicalmente de adolescente escuchaba mucho a La Vela (Puerca), incluso antes de que la pegaran en Argentina. De adulto me empezó a gustar la murga uruguaya, como Agarrate Catalina. También me gustan Jaime Roos y el Cuarteto de Nos. Siempre sentí que la música uruguaya me daba más letra que el rock argentino. Me parece que cuenta más historias. Como yo vengo de la música urbana y del rap conecté más con la letra uruguaya que es más directa que la argentina, que tiene más metáfora.

-De los artistas argentinos que lideran los rankings de los más escuchados sos de los mayores, ¿tener 37 años es una ventaja o una desventaja en el contexto actual de la industria?

-Por un lado te da y por otro no tanto. La juventud siempre es linda. En mi caso, lo que me sirvió más fue el tiempo que tuve de autogestión. Hasta el 2019 yo llegaba a un show y era el que cargaba las cosas, el que conectaba todo, armaba las pruebas de sonido. Eso me enseñó mucho para entender de qué se trataba cada área y poder liderar un equipo. Y en cuanto a la edad yo siempre fui pausado y tranquilo, y eso se fue acentuando con el tiempo. Tener este modo me ayudó a hacer mejores canciones. No me apuro con los temas. Dejo pasar una semana, lo vuelvo a escuchar y lo corrijo. A veces le aconsejo a los colegas más jóvenes que no pierdan la frescura que es fantástica, pero que se den tiempo para mejorar sus canciones antes de lanzarlas. Muchas veces miro para atrás y digo “menos mal que me tomé unos días más para pensar esto”.

-¿Y en qué podría ser una desventaja?

-En que ya no tengo tanto tiempo. Hay que dar en el blanco rápido porque ya no puedo pasar otros 15 años tirando dardos. No queda tiempo para experimentar.

-¿Haber dejado la autogestión para trabajar con un sello discográfico fue lo que te llevó a pasar del rap a la música más bailable?

-El paso fue natural. Empecé a armar un equipo más profesional previo al cambio y dio la casualidad de que la primera canción que hice con el nuevo equipo fue Bandido, que fue la primera que funcionó fuerte en mi carrera. Ahí empezó una nueva etapa. No fue planeado, pero Bandido planteó una estética y un rumbo. A FMK que estaba en la canción se le había ocurrido que estemos de traje y yo no le quise discutir. Íbamos a grabar un plano secuencia en un bar que al final no funcionó y terminamos apareciendo de a uno en el escenario. La estética se formó naturalmente por necesidad y por la urgencia de tener que resolver en el momento.

-¿A partir de ahí definiste que la estética de tus videoclips fueran en el escenario de un bar cantando de traje?

-Recién un año y medio después de Bandido hice Atorrante, y ahí retomé esa estética. No fue una idea mía. Después de Bandido, a Rusherking se le ocurrió hacer otro bolero conmigo. Él estaba en el mismo sello discográfico que yo y tenía una reunión por su disco. Cuando habló de este bolero comentó que quería revivir lo que había hecho en el tema anterior. Le dijeron que la idea estaba buena, que él estuviera en el bolero, pero “lo tiene que revivir Emanero”. Me llamaron por teléfono para ir a la reunión y me plantearon la idea. Después de eso hice Atorrante con Los Palmeras, y así seguimos.

-¿Cuáles dirías que son los puntos en común entre la música bailable que hacés ahora y el rap que hacías al comienzo de tu carrera?

-Hay ciertos fraseos o versos en medio de algunas canciones que mantienen algo de aquella estructura. No se mantiene mucho más que eso, pero tampoco me molesta. El que me sigue del principio puede notar las coincidencias y puede armar como un rompecabezas de todo. El golpe grande fue cuando hice No me digas que no con Karina, que fue la primera vez que presenté una cumbia.

Emanero
Los hits de Emanero se caracterizan por contar con la participación de otros artistas populares . Ángela Leiva, Ángela Torres, Jimena Barón, Los Palmeras, Ulises Bueno y Márama son algunos de ellos.

Foto: difusión

-¿A nivel musical resignaste parte de tu esencia?, ¿había algo que te gustaba y dejaste de hacer porque no tiene lugar en este nuevo perfil?

-No, al revés. Siento que antes no me daba la posibilidad de hacer música más alegre y amigable. El género urbano hoy es más abierto, pero antes era un género más arisco y si hacías algo distinto te excluían enseguida. Cuando empecé a hacer otras cosas siento que musicalmente gané, no creo que haya perdido nada.

-¿Tuviste que cambiar algún aspecto de tu vida cotidiana al convertirte en una figura popular?

-Ya no me queda tiempo para no hacer nada, que es importante porque es cuando se me ocurren las canciones. Y también tuve que resignar algo de mi privacidad. Llegar a un hotel y que te estén esperando cuatro personas con la cámara prendida para sacarse una foto e irse es lindo, pero cuando uno todavía está con la almohada pegada en la cara es complicado. A mí me pasa que coqueteo entre la popularidad y el anonimato, entonces me olvido que puede haber gente esperando y voy así nomás. También me pasa al revés: a veces me lookeo pensando que me va a estar esperando gente y resulta que llego y no hay nadie (risas).

-¿Cómo creés que hubieras manejado la popularidad si te hubiera llegado a la misma edad que a varios de tus colegas?

-Hubiera sido más caótico. Me hubiera mandado más cagadas. A mí me agarró en una etapa en la que termino de cantar y me quiero ir a comer algo rico y tomar un agua mineral. A los 23 uno está más para seguir de joda y subirse al avión en el estado que esté. Yo hoy no encuentro placer en eso.

-Tu última colaboración es Podés pedirme perdón junto a Ángela Leiva, ¿cómo es tu vínculo con ella?

-Nos conocimos rápido. Le pasé la canción que yo quería armada con una voz femenina hecha por inteligencia artificial y enseguida le gustó. Estaba en línea con lo que pasaba en su vida, que salía de una relación bastante jodida. Es una persona muy divertida. En el estudio hay personas que son más difíciles para grabar y otras más fáciles, como ella. Se pone a cantar y enseguida está bueno lo que hace. La pasamos muy bien.

-También grabaste con Agustín Casanova y cada uno ha participado de shows del otro, ¿se hicieron amigos?

-Sí, lo quiero mucho a Agus. Hicimos el remix de Todo comenzó bailando y ahora la canto en todos mis shows. Yo estuve en su Antel Arena y después él me acompañó cuando toqué en Montevideo. Hacemos juntos ese tema y la versión en cumbia de A todo dolor, que a él le gusta mucho.

-¿Qué tan importante es el componente humano a la hora de grabar una canción con otro artista?

-Es importante. Yo he tenido suerte con todos. Cuando hice Bandido era nuevo en ese grupo, pero nos conocíamos. Después fui sumando gente con la que nunca había hablado, como Ulises Bueno que es una persona muy dulce, sensible, generosa, buen compañero y buen amigo. Algo parecido pasó con todos.

-Contaste que tuviste algunos roces con Jimena Barón durante el proceso del tema Sinvergüenza.

-Me expresé mal en un programa de televisión. Era el programa de Fer Dente, que es de humor, y lo comenté como algo gracioso. Lo que pasó con Jime fue que cuando accedió sumarse a la canción lo hizo al final y dijo que era de relleno. Le sugerí una estofa y no le gustó. No había mucho margen. Nos juntamos en el estudio, ella agarró lo que yo había hecho, le puso su magia y se animó a cantar el «ya me fui» que es la parte más aguda de la canción. Tuvimos el choque de que me dijo «no me gusta lo que escribiste» y yo le respondí «¿querés proponer algo?, estoy abierto». Finalmente la parte de Jimena en la canción fue súper importante. Al final le encantó haberse animado a la parte más aguda. Se sacó ese miedo de pensar que no lo podía hacer.

-¿Cómo surge el nombre artístico Emanero?

-Cuando estaba en el secundario conjugué mal el verbo “emanar”, puse “emanero” y a alguien le dio gracia. Después me quedó y empecé a usarlo como nombre en redes sociales.

Redacción

Fuente: Leer artículo original

Desde Vive multimedio digital de comunicación y webs de ciudades claves de Argentina y el mundo; difundimos y potenciamos autores y otros medios indistintos de comunicación. Asimismo generamos nuestras propias creaciones e investigaciones periodísticas para el servicio de los lectores.

Sugerimos leer la fuente y ampliar con el link de arriba para acceder al origen de la nota.

 

- Advertisement -spot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisement -spot_img

Te Puede Interesar...

Inundaciones por el diluvio en la Ciudad y Provincia: los videos de las calles y caminos anegados

Buenos Aires y gran parte de la provincia amanecieron este viernes bajo un intenso temporal de lluvia que causó...
- Advertisement -spot_img

Más artículos como éste...

- Advertisement -spot_img