Con casi 30 años en Motorola, Sergio Buniac fue testigo de las grandes transformaciones de la compañía tecnológica que hoy lidera como CEO. Acompañó el auge del Razr original, con su diseño ultradelgado y el salto al sistema Android. También vivió desde adentro los vaivenes corporativos de la compra por Google en 2011 y la posterior adquisición por Lenovo.
Ahora, el ejecutivo conversó en exclusiva con LA NACION sobre el presente y futuro de una compañía cuyo motor de crecimiento global estuvo apuntalado por América Latina, una región que en su momento llegó a representar el 70% de las ventas globales de la compañía. Además, revela algunas pistas sobre los próximos lanzamientos que tendrá el ecosistema de dispositivos y accesorios en los próximos meses.
“América Latina siempre tuvo un lugar especial en la historia de Motorola, y su crecimiento generó un efecto cascada a nivel global. Ahora sus ventas están en el 25%, no significa que esté a la baja, es un reflejo de ese mayor equilibrio que tienen otros mercados: en Norteamérica somos número uno en teléfonos prepago, con un 44%, mientras que en Europa somos el fabricante de mayor crecimiento. Además, en Asia tenemos muy buenos números en India, Japón e Indonesia”, señala el ejecutivo brasileño sobre el envión que experimentó la compañía desde esta parte del mundo.
Gran parte de ese volumen de ventas lo aportó el Moto G, la línea de gama media que contabilizó más de 200 millones de unidades en 10 años. Sin embargo, la decisión de volver a contar con una propuesta para el segmento premium fue la que puso a Motorola en la senda de la rentabilidad del negocio. “La gama alta representaba apenas el 3% de nuestras ventas. Hoy ya estamos cerca del 40% y superamos los 10 millones de unidades vendidas solo en 2024”, dice Buniac. “No es fácil lograrlo en una industria tan competitiva”, añade.
El foco local mueve la aguja global
La Argentina es un mercado que Buniac conoce en profundidad tras su paso como director general en América Latina, a cargo de la estrategia empresarial y las operaciones en una región clave para el crecimiento de la firma. En especial, destaca el desempeño que tuvo el país tras alcanzar en 2024 el market share más alto de la compañía a nivel global. Gran parte de ese crecimiento en el mercado argentino estuvo impulsado por el Moto G, el modelo que aportó el 64% de las ventas de la compañía.
Para Buniac, lo que ocurrió en América Latina fue más que una excepción: “Fue un fenómeno que terminó impactando incluso en mercados maduros como Estados Unidos o Europa”, afirma. Y con una frase que representa un mantra corporativo, resume la estrategia: “Global might, local fight” (“Poder global, pelea local”).
“Estamos comprometidos con los mercados locales, con los países y su gente. En la Argentina comenzamos con la fabricación local desde hace muchos años, fuimos pioneros y nos propusimos como meta tener lanzamientos globales simultáneos, incluso con toda la complejidad que representa llevar la producción a Tierra del Fuego. Así, la Argentina alcanzó el market share más alto de la compañía a nivel global”, dijo sobre la decisión de contar en la región con sus polos productivos para abastecer a los mercados locales.
“Mucho de nuestro ADN proviene de América Latina. De los primeros tres países donde presentamos los Moto Store, las tiendas oficiales de Motorola, uno fue en China, el otro fue la Argentina. Lo más interesante de todo esto es que, a medida que estos otros mercados evolucionan, hay aprendizajes que nos retroalimentan como compañía, como la venta online desde nuestras plataformas de comercio electrónico e innovaciones en diseño. Eso es, en resumen, lo más valioso de ser una compañía global”.
La apuesta que cambió el juego
A su vez, del otro lado del hemisferio, Estados Unidos está dominado por Razr: 8 de cada 10 foldables son de Motorola, destaca Buniac. Es todo un hito para la compañía, dado que lo alcanzó solo con una versión compacta del teléfono plegable. ¿Existe la posibilidad de un Moto Razr con una pantalla más grande? Tal vez sea uno de los próximos pasos de la compañía.
“Creo que nuestro primer objetivo fue acertar con el diseño ideal del modelo flip. Así que tomamos este camino y lo perfeccionamos. Hubo muchos desafíos cuando creamos el primer Razr, tuvimos que hacer muchas concesiones y evaluaciones para crear este nuevo formato compacto”, dijo sobre la primera edición del smartphone plegable, que vendió 150.000 unidades en su lanzamiento en 2020.
Ahora, en su sexta generación, el Razr logra posicionarse en la gama premium. “Esperamos duplicar la venta de esta línea y superar dos millones de unidades vendidas de Razr 60 y Razr 60 Ultra para el próximo año”, anticipa Buniac.
Con este panorama, el presidente global de Motorola no descarta un smartphone con una pantalla plegable más grande que emule las dimensiones de una tableta. “Recién ahora nos sentimos maduros para evaluar otras opciones. No tenemos nada que anunciar por el momento, pero evaluamos cuidadosamente los próximos pasos a tomar”, dijo, y mencionó algunos de los prototipos revelados por la compañía, como la pantalla enrollable o el modelo brazalete. “Son ideas que todavía estamos explorando a fondo”, aclaró.
Los accesorios también forman parte de la expansión de Motorola. “Era un segmento donde no estuvimos activos, pero hace dos años comenzamos a cambiar esa estrategia”, dijo sobre los lanzamientos de Moto Watch Fit y Moto Buds Loop, presentados en Nueva York junto a los nuevos smartphones de Motorola.
¿Se viene una notebook y tableta Motorola?
En su momento, cuando el formato de las tabletas irrumpió en el mercado como una pantalla alternativa más a las computadoras portátiles y teléfonos móviles, Motorola lanzó al mercado Xoom, una propuesta que no logró sostenerse en el tiempo. A su vez, también experimentó con Atrix, un formato de computadora portátil basado en un smartphone como unidad de procesamiento. Ahora, con la evolución de dispositivos más potentes y versátiles, Motorola tiene otra mirada al momento de incursionar en estos formatos de equipo de la mano de Smart Connect, la tecnología que permite extender la pantalla del smartphones a otros equipos.
“Estamos enfocados en ofrecer una integración fluida y sin fricciones entre los teléfonos, accesorios y otros equipos mediante Smart Connect. Es una integración que, incluso dentro del universo de Android, no está tan refinada”, dijo en respuesta a la posibilidad latente de lanzar una PC o tableta Motorola.
“No obstante, estamos haciendo algunas pruebas piloto con dos propuestas de tableta y notebook en India con Moto Pad y Moto Book. Es el mismo rendimiento que los consumidores pueden encontrar en los equipos Lenovo, pero con los elementos de diseño que caracterizan a Motorola. No queremos una competencia entre ambas marcas, pero buscamos ofrecer más opciones a los usuarios”, contó.
“Si estas experiencias funcionan bien, ¿por qué no pensar en una nueva era de computadoras y tabletas Motorola?”, desliza Buniac. Esto puede ser una pista que, tal vez, de ese ecosistema que la marca planea explorar más allá de los teléfonos.