Martín «Trinche» Dardik vive uno de los momentos más intensos de su carrera. Aunque mantiene un bajo perfil y se ríe del concepto de fama, su nombre suena fuerte en el circuito del stand up y es parte del programa Antes Que Nadie, por Luzu TV, uno de los canales de streaming con mayor audiencia actualmente.
“No existen los famosos. Me piden un par de fotos, sí, pero por cada uno que me reconoce, hay otro que no tiene idea de quién soy”, asegura entre risas a GENTE, mostrando una lucidez que le permite moverse con libertad: disfruta del reconocimiento, pero valora más la tranquilidad de estar con su entorno cercano. “Lo que más me gusta sigue siendo volver a casa, estar con mis viejos, mis hermanos, mi novia. Ese es mi lugar seguro”, remarca.

Desde hace algunos meses, Trinche está al frente de Probando Gambetas, su nuevo show de stand up que viene presentando en el Teatro Picadero y con el que también recorre varios puntos del país y Uruguay. Se trata de un espectáculo que se destaca no sólo por la solidez de sus rutinas, sino por la libertad que se da para improvisar.
“Yo preparo el show, sé qué rutinas quiero hacer, pero también dejo espacio para lo inesperado. A veces algo que me pasó en la semana o un mensaje del público puede generar un momento único”, cuenta. Así fue como, en Montevideo, terminó llamando en vivo al amigo enojado de un espectador porque no lo habían invitado al show: “Eso no estaba planeado, pero fue hermoso. Me encanta que cada función tenga su propio sello”, asegura.

Esa flexibilidad en escena se corresponde con una nueva etapa en su manera de crear humor. “Antes necesitaba que algo me pasara para escribir sobre eso. Hoy puedo proponerme un tema, hacerme preguntas y encontrar una rutina a partir de eso. Siento que puedo escribir sobre cualquier cosa que me interese”, detalla, dando cuenta de un proceso de madurez personal y artística.
Y precisa: “Ya no soy el pibe que juega a hacer stand up, hoy siento que soy una persona que está hablando en escena. Y eso, aunque parezca sutil, cambia todo”.
Aunque disfruta de la libertad que le da escribir y protagonizar sus propios monólogos, Trinche tiene en claro que quiere salir de esa zona de confort. “Me gustaría trabajar en proyectos donde no tenga todo el control, que no sean sólo monólogos míos. Probar con teatro más tradicional o meterme en una ficción, eso me tienta mucho”, revela. El interés por actuar no es nuevo, pero sí más concreto: “No sé si haría otra cosa más allá del teatro o la ficción. Por ahora, esos dos caminos me entusiasman”.