Hace menos de una década, los vehículos eléctricos de las diferentes marcas se exponían conjuntamente en el Automobile. Eran algo exótico, futurista. Con el paso del tiempo, se postularon como una alternativa real de compra y ya compartían espacio con los coches de combustión en los diferentes estands. Ahora, entre híbridos y eléctricos, los automóviles electrificados son mayoría en los pabellones del recinto ferial de Montjuïc. El Salón Internacional del Automóvil de Barcelona, que acabará mañana en Fira de Barcelona, promueve la electrificación del sector, en consonancia con la estrategia de los fabricantes. Un proceso de cambio no exento de dificultades. Muestra de ello son las dudas que expresan varios de los visitantes a la feria.
Para ejemplificar el auge de los modelos electrificados en el salón, sirvan como ejemplo la oferta que presentan algunas marcas. El 55% de los coches expuestos por Renault son eléctricos, mientras que el 45% restante son híbridos. Ya no exponen motores puros de combustión. En Mobilize y Alpine, el 100% son eléctricos. El 87% de los modelos de Seat y Cupra son electrificados, porcentaje que alcanza el 60% en Ebro, justo el mismo que el de Jaecco-Omoda. Las chinas BYD y Xpeng solo exponen electrificados. Más bajo es el porcentaje de KGM, con un 30%.
El precio, la autonomía y los puntos de recarga para coches eléctricos siguen preocupando a los visitantes a la feria
En definitiva, lo que en su momento fue anecdótico ahora es mayoritario. En el salón hay visitantes dispuestos a apostar por un eléctrico, pero también los que tienen serias dudas. “El coche eléctrico puede estar bien para zonas urbanas, pero para los que nos movemos por pueblos es más difícil”, considera Guillem Monllaó, que cada día laborable recorre 120 kilómetros entre Banyeres del Penedès y Terrassa para ir y volver del trabajo, preocupado por la autonomía y los puntos de recarga. “Será más ecológico que lo actual, pero tampoco se del todo qué hay detrás: ¿Cómo se recicla una batería?”, se pregunta.
Arthur Tiburovich, un joven de 24 años que ha venido al Automobile desde Llançà, considera que en su situación actual un coche eléctrico “no es práctico”. “Para aquellos que tienen una casa o un piso y un lugar para aparcar y recargar, quizás”, agrega. También afea el elevado precio. “Aunque he visto algún modelo competitivo”, matiza.
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“100% eléctrico, nada. No tenemos infraestructura en este país”, opina Benjamín Puig. “Sería una buena idea”, tercia su pareja, Ana Martínez. El caso de este matrimonio de Martorell merece capítulo aparte. Hace un año y medio apostaron por un híbrido enchufable pero ahora un problema en el software les impide enchufarlo. “Y no es una marca mala, es un Ford Kuga”, señala Martínez.
Este último caso es excepcional, pero algunas de las preocupaciones expuestas son habituales. “Al usuario le preocupan los puntos de recarga, que actualmente parecen insuficientes. La autonomía de las baterías sigue siendo un factor crítico. El precio de los coches eléctricos continúa siendo superior al de los vehículos de combustión y además el sistema de ayudas gubernamentales no está funcionando de manera efectiva, ya que los incentivos no se aplican en el momento de la compra”, expone Xavier Ferré, socio responsable del sector de automoción y transporte de España de la consultora EY.
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Según Ferré, estos son algunos de los motivos que explican que el mercado de los coches eléctricos está “enfrentando dificultades para despegar, a pesar de su potencial. Las ventas del 2024 son comparables a las del 2023, hecho que indica que no estamos ante el crecimiento esperado”. Según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), las ventas de turismos electrificados crecieron un 1,9% el año pasado, alcanzando las 115.932 unidades comercializadas. Su cuota de mercado fue del 11,4%.
No obstante, la infraestructura de recarga va in crescendo. Jorge Muñoz, director de movilidad de Iberdrola, relata que en el año 2021 había unos 10.000 puntos de recarga en España. Ahora son más de 40.000. “Entiendo que la gente se haya quedado con el mensaje de que recargar un vehículo eléctrico es complicado porque hace unos años era así, pero ahora ya no lo es”, considera.
Con todo, desde su compañía planean acelerar la inversión en los puntos de recarga. “Somos líderes en España con 9.000 puntos de recarga, pero la idea es superar los 25.000 en el año 2030. Desde el año 2019 hemos invertido más de 200 millones de euros. De cara al 2030, llegaremos a más de 1.000 millones”, remarca Muñoz.