Fue el «niño más hermoso del mundo» a los 15 años, hoy tiene 70 y está irreconocible

En 1971 se estrenó la película Muerte en Venecia, que se consolidó como un clásico de cine, y uno de los protagonistas, un joven sueco de 15 años, vivió un salto a la fama sin precedentes. El nombre de Björn Andrésen resonó a nivel internacional, y no tardaron en llamarlo «el chico más hermoso del mundo«.

Para el papel de Tadzio en el film del director Luchino Visconti, basada en la novela de Thomas Mann, estaban en la búsqueda de un actor adolescente, con una «belleza casi irreal«.

Su mirada nostálgica y su sonrisa enigmática destacaron entre los cientos de jóvenes del casting. «No tuve dudas de que era él», confesó el director italiano un año después en el estreno de la película en el festival de Cannes, hace medio siglo.

Björn Andrésen como Tadzio en Muerte en Venecia.

Björn Andrésen: el chico «más bello del mundo», y el más triste

Esa tristeza que evocaba con naturalidad tenía una base en la realidad: el artista sueco tiene una dura historia de vida. Cuando alcanzó ese estallido de fama mundial, Björn ya había sufrido la muerte de su madre cinco años antes, cuando tenía 10.

Además, siempre tuvo dudas sobre sus verdaderos orígenes. Creía que su padre biológico era su padre adoptivo, y durante años se dedicó a la búsqueda de su identidad. Por eso, cuando llegó el éxito a su vida, creyó que era una reivindicación después de tanto martirio.

«The Most Beautiful Boy in the World», el documental que retrata su vida.

Hizo muchas publicidades, modeló para las firmas top de la épooca, y en Japón se convirtió en un ícono cultural por su apariencia «andrógina». Incluso se dice que inspiró la creación de personajes de manga y animé, y grabó dos temas pop en el país oriental.

Detrás de aquel apogeo, había más y más sufrimiento. Él mismo brindó testimonio en varias entrevistas, y también en el documental The Most Beautiful Boy in the World, (El chico más bello del mundo) que se estrenó en 2021 en el festival de Sundance.

Allí reveló que una gran cantidad de «hombres ricos y mayores le ofrecieron regalos y departamentos». Lo transformaron en lo que definió como un “trofeo errante”. “Fui muy ingenuo; me miraban con descaro, como si fuera un plato apetecible, y yo no podía reaccionar porque habría sido un suicidio social», reveló.

La música siempre fue su cable a tierra y su verdadera vocación.

En un fragmento Björn contó que la noche de la presentación del film en Cannes, Visconti lo llevo junto con los integrantes del equipo a un boliche gay, y que se sintió muy incómodo.

«Fue el primero de muchos encuentros de este tipo; la gente no comprende el efecto que esto puede tener en un chico, porque nadie está preparado para ser definido como ‘el joven más bello del mundo'».

«No habría aceptado el papel de Tadzio de haber sabido cómo iba a afectar mi vida. Reconozco que me crucé con personas interesantes, pero, considerándolo todo, mejor habría sido que me hubiesen dejado en paz. Fue como una montaña rusa, y no estaba preparado para ello», recalcó.

Regresó a Suecia y se dedicó a su verdadera pasión: la música. Los años siguientes tuvo apariciones cada vez más esporádicas en películas menores.

Björn Johan Andrésen en 2019 en el film sueco Midsommar

En cuanto a su vida personal, sufrió otra gran pérdida, que describió como «traumática e insuperable». Durante su matrimonio con la poeta Susanna Roman, con quien estuvo casado desde 1983 hasta 1987, fueron padres de Robine, y luego nació Elvin, quien falleció por síndrome de muerte súbita del lactante a los nueve meses.

Luego de la muerte de su bebé, la pareja se divorció, y Björn se sumió en una depresión. El niño se encontraba bajo su cuidado cuando murió, y durante décadas se culpó por no haber sido un padre presente, y encontrarse en estado de ebriedad, sin haber notado que el niño ya no respiraba al lado en su cama.

«Su diagnóstico es síndrome de muerte súbita del lactante, pero mi diagnóstico es falta de amor”, dijo en una desgarradora declaración durante el documental que retrata su vida, donde confiesa haber batallado contra el alcoholismo.

Björn Johan Andrésen junto a una fan (Foto: Instagram @bjorn_andresensource)

A sus 70 años vive alejado de las cámaras. Su última participación audiovisual fue en Midsommar, una producción sueca que tuvo mucho éxito en 2019.

Su look actual, con una larga melena y barba blanca, lo vuelven casi irreconocible para el público. Mientras tanto, él se centra en la música y en su rol de abuelo de sus dos nietas, Nemo y Nike.