Mientras el mundo sigue alterado por las ciclotímicas amenazas de Donald Trump, con aranceles aquí y allá, el mercado argentino comenzó a tratar de asimilar las facilidades entregadas por el ministro Luis Caputo para que los dólares salgan del colchón, para generar más actividad y permitir que el Banco Central sume reservas, y las primeras reacciones fueron positivas, aunque con dudas de parte de tributaristas especializados.
Como resultado de la jornada, lo que más movilizó a los inversores fue una nueva y consistente baja del dólar en el mundo, hasta su menor nivel en dos años, algo que ayudó a que casi todas las cotizaciones del billete verde que hay en la Argentina apuntaran hacia abajo, en un día en el que el Banco Central (BCRA) pudo recuperar reservas, con bonos y riesgo país que siguen sin reacción, pero con acciones argentinas para arriba, a contramano de otro día en rojo en Wall Street y en las bolsas europeas.
Otra pataleta de Trump
El gran escándalo del viernes fue otra pataleta de Donald Trump. Como Europa sigue sin avenirse a buscar un acuerdo comercial más favorable a EE.UU., el presidente norteamericano se despachó con dos amenazas: si no hay novedad en los próximos siete días, a partir del 1° de junio aplicará aranceles del 50% a lo que llegue a Estado Unidos desde la Unión Europea y del 25% para la empresa Apple, ya que esa compañía anunció recientemente que mudará una parte importante de su fabricación a India y China (donde hay 2.900 millones de posibles consumidores, mientras que en EE.UU. hay apenas 340 millones, menos del 12% de lo que hay en los dos gigantes asiáticos.
Por supuesto, en su imaginaria de patrón de estancia, Trump cree que Apple o que Europa se rendirán a sus pies, haciendo lo que el líder republicano pretende, pero por el momento la realidad va mostrando otra cosa. De ahí que Citibank pronosticó que el dólar global va a seguir perdiendo valor, la Fed sigue temiendo que la inflación estadounidense se sostenga por los aranceles y, con eso, las tasas largas norteamericanas siguen en un nivel que pone en jaque a los activos de riesgo, provocando una baja en las Bolsas europeas y sobre todo en la de Nueva York.
Por esa razón hubo ventas selectivas de bonos norteamericanas de diferentes plazos, tanto que las tasas largas de EE.UU. se aplanaron: se pagó 4,2% anual a 1 año de plazo, 4,1% anual a 5 años, 4,5% anual a 10 años y 5% anual a 30 años. Y con eso, en el exterior el dólar cayó contra todas las monedas: perdió 1% contra el franco suizo, 1% en Japón, 0,9% contra la libra, 0,8% contra el euro, 0,4% en México y 0,3% en Brasil, Chile y China.
Reservas y cotizaciones
A nivel local, con todo el mundo tratando de digerir el galimatías que emitió Caputo con su propuesta para que la gente saque “el canuto” que tiene en el colchón y que se ponga a gastarlo alegremente, con el dólar oficial a $1.157,43, el BCRA no intervino en el mercado, pero al final del día hubo una buena noticia, ya que la autoridad monetaria pudo sumar US$ 329 millones a las reservas, algo que se esperaba desde hacía mucho tiempo.
En cuanto a la cotización de los diferentes dólares que aún quedan en el país a pesar de la apertura parcial del cepo, el dólar blue subió $5 hasta $1.170, lo cual demuestra que la demanda de la gente de a pie continúa. Pero los dólares bancarios aflojaron: el Senebi bajó $1,14 hasta $1.160,56, el MEP bajó $3,48 hasta $1.142,52 y el contado con liqui bajó $10,46 hasta $1.157,54. Por lo que la brecha entre el oficial y el blue fue del 1% y la del CCL con el mayorista fue del 2%.
Dudas sobre el uso de los dólares en el colchón
Sin lugar a dudas, la conversación que más interés concentró en los medios tuvo que ver con entrevistas a tributaristas, que en general se manifestaron a favor de las medidas de Caputo, ya que simplifican un montón de trabas y regulaciones, pero nadie llega a entender qué hará que la gente gaste el ahorro que tiene a resguardo, fuera de los bancos, como protección, y que se ponga a gastarlos alegremente, quedándose sin cobertura en caso de que el país entre en una nueva crisis.
Esencialmente, la gran pregunta que ronda a todos tiene que ver con algo evidente: ¿qué incentivo tiene un argentino que tiene guardados dólares en la casa para depositarlos en un banco argentino, después de todas las veces que los gobiernos o las propias entidades terminaron estafándolos y dejándolos sin nada?
Por esa razón, si bien subieron las reservas (porque estamos en lo mejor de la liquidación de la cosecha, y se confirmó que para los granos gruesos (soja, girasol y sorgo) las retenciones volverán a subir), sigue sin haber interés por los bonos, ya que los analistas continúan viendo una montaña de vencimientos en 2026 y 2027, sin que esté a la vista un acceso de la Argentina al crédito voluntario internacional.
El jueves se concretó la colocación de Telecom de un bono por US$ 800 millones, con una tasa fija del 9,25% anual y amortización a 7 y 8 años (con un dinero que supuestamente pagaría la compra de Telefónica, algo que Milei dijo que no permitiría por situación monopólica) y, en línea con eso, el Gobierno está negociando con los mismos cuatro bancos que operó hace unos meses para conseguir un nuevo Repo por US$ 2.000 millones para pagar la deuda del 9 de julio próximo sin que haya impacto en las reservas.
Pero por el momento sigue sin haber interés en los títulos públicos argentinos. En general, tienen tasas a vencimiento que se ubican entre 9% y 12% anual, con bonos internacionales que pagan entre 5% y 7% con mucho menos riesgo. Por lo que, con pocos negocios, a pesar del Plan Colchón, los bonos argentinos prácticamente no se movieron y el riesgo país sigue congelado en 651 puntos básicos.
Indicadores en el foco
En papeles privados, sigue ganando espacio la preocupación de los inversores porque pasan los días y no le encuentran la pata a la sota de la estrategia de Trump. De ahí que hubo otro día en rojo en la Bolsa de Nueva York, ya que el Dow bajó 0,6%, el S&P perdió 0,7% y el Nasdaq achicó 1%. En tanto que la Bolsa de San Pablo subió 0,4% y la de México mejoró 0,9%.
En el mercado bursátil local sí hubo una buena respuesta, pero con muy pocos negocios. Con apenas $74.403 millones operados en acciones y $60.121 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires subió 1,3%. Mientras que los ADR argentinos estuvieron mixtos, con subas del 1% al 3% para Loma Negra, Bioceres, Cresud, BBVA, TGS, Macro, Telecom e YPF; con bajas del 1% al 4% para Mercado Libre y Supervielle.
Finalmente, en commodities, hubo una buena y una mala para Argentina. El petróleo subió 0,8%. Los metales básicos tuvieron un mejor clima con precios hacia arriba. Los granos sufrieron, tanto en Chicago como en Rosario.