Le preguntaba uno de sus hijos a un buen amigo: “Papá, cuando te hagas mayor, ¿quién te cuidará?”; a lo que este replicó sin pensárselo demasiado: “Mis ahorros”. Hay muchos escenarios posibles en los que esta pregunta se puede formular de otra manera. Uno puede recibir un montón de respuestas distintas. Todas, probablemente, intentan estar en lo cierto. Pero la hora de la verdad se revela siempre en los capítulos finales.
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