La escena del presidente de EE.UU. mostrando a su homólogo sudafricano pruebas de un genocidio de blancos en Sudáfrica con fotografías de Congo deja definitivamente claro, por si alguien lo dudaba todavía, que lo de Trump va en serio. Que no se trata de una burda intención de engañar, sino de un módulo más del máster sobre el uso de la falsedad como arma política destinado a quienes quieran seguir sus pasos. Un curso eminentemente práctico, repleto de ejemplos sonrojantes y tan básico que no requiere estudios previos aunque sí requisitos de admisión: grandes dotes de interpretación y capacidad para aparcar cualquier escrúpulo moral.
]]>