La universidad es la institución fundamental de la sociedad del conocimiento y de la economía de la información. En ella se generan la ciencia, la tecnología, el pensamiento, el arte, que irrigan las capacidades de los humanos en todas sus dimensiones. También favorece la igualdad de oportunidades mediante la educación. Y es donde se gestan y debaten valores, permitiendo una confrontación pacífica y tolerante sin la cual las diferencias de creencia se convertirían en trincheras de enfrentamiento violento. Por eso, a lo largo de la historia, los tiranos y tiranuelos de distinto pelaje han tratado de controlar y someter a las universidades que, en el mundo occidental, se han erigido como faros de luz en la oscuridad de la violencia persistente en las relaciones entre personas e instituciones.
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