Organizaciones agropecuarias, cooperativas, cabañas, consignatarios y gobiernos provinciales de toda la Patagonia manifestaron un enérgico rechazo a las resoluciones 180/25 y 186/25 del SENASA, que habilitan la flexibilización de la barrera sanitaria del Río Colorado. A través de un documento conjunto, más de 50 entidades expresaron su preocupación por los riesgos sanitarios y comerciales que conlleva esta medida para la ganadería patagónica.
En el escrito, los firmantes recordaron que Argentina posee dos zonas diferenciadas respecto a la fiebre aftosa: el norte del Río Colorado, libre con vacunación, y el sur, libre sin vacunación. Recalcaron que el estatus de la Patagonia ha sido reconocido internacionalmente y es clave para las exportaciones de ovinos y bovinos.
“La resolución 180/25 en su interpretación literal permitiría el ingreso de carne con hueso en todos sus tipos”, advirtieron. Subrayaron que esto significaría un retroceso sanitario y comercial, obligando a los productores del sur a convivir con un riesgo que hasta ahora habían logrado evitar mediante años de trabajo y control sanitario.
El documento destacó que “el sentido común indica que la barrera debiera ir incorporando y ampliando zonas sin vacunación y no como en este caso, que nada se modifica y solo flexibiliza hacia zonas libres que nunca vacunaron”. Además, alertaron sobre las consecuencias que podría tener esta resolución en los mercados internacionales, que históricamente han mostrado reticencia a productos provenientes de zonas con vacunación.
Sobre los argumentos que justifican la resolución, como el alto precio de la carne en la Patagonia, los firmantes señalaron que el encarecimiento no se debe a la oferta: “Desde siempre ingresa carne sin hueso a la región en el orden del 60/70 % del total consumido”, explicaron, y agregaron que el problema es estructural y está vinculado a los fletes, convenios colectivos y condiciones geográficas desfavorables.
También recordaron que la Provincia de Tierra del Fuego no solo es libre de aftosa sin vacunación, sino también de tuberculosis y brucelosis bovinas, y que cualquier modificación podría afectar el ya complejo tránsito de ganado desde la isla al continente.
Ante esta situación, las entidades patagónicas solicitaron formalmente a las autoridades nacionales derogar la resolución 180/25, y propusieron avanzar hacia un único estatus sanitario nacional libre de aftosa sin vacunación, tal como ya lograron Brasil y Bolivia. Señalaron que una medida coyuntural como la actual podría causar un quiebre definitivo de las explotaciones ovinas patagónicas y el abandono de los campos.
Finalmente, advirtieron que está en juego una decisión de Estado que podría causar un “durísimo e irreparable golpe a la producción primaria patagónica”, e instaron a que se reevalúe la resolución antes del vencimiento del plazo dispuesto por la resolución 186/25, que suspendió temporalmente su aplicación por 90 días.