
Estamos llegando al final de un otoño bastante benigno en el Valle, sin muchas heladas fuertes, ni tampoco fuertes vientos, razones para que en los jardines urbanos las hojas amarillas y las floraciones duren más. Por ejemplo, si se podaron a principios de otoño, las rosas iceberg aún siguen en flor. Igualmente, de un momento a otro un aspecto invernal se “apoderará” de los jardines. En esta época del año hay varios factores a tener en cuenta:
Cuidados con el riego
Por esos días los requerimientos hídricos de las plantas son mucho menores y hay que adaptar el riego. Aquellos que tienen riego automatizado deberán disminuir volúmenes y tiempo de regado. Hay que evitar encharcamientos en suelos más pesados.
Proteger las plantas sensibles a heladas
Antes de las heladas fuertes, hay que comenzar a proteger plantas sensibles al frío. Es fundamental cubrir bien el tronco en su base: si queda expuesto el ejemplar puede morir. Un buen material para realizar esta protección es la tela antihelada, que le permite a la planta respirar. Es importante usar más de una capa para que cumpla su función.
En general las plantas necesitan protección los primeros años, cuando alcanzan su madurez pueden helarse las puntas pero el tronco está a salvo y volverá a brotar.
Podas
Es tiempo de hacer podas de formación y limpieza de los arbustos caducifolios (aquellos que pierden la hoja), para darles forma y quitar ramas secas.

Debemos tener en cuenta que las plantas de un jardín o los árboles de vereda no son cultivados por su valor productivo (dan frutos), sino que son decorativas y nos prestan otros servicios ecosistémicos como la sombra, reparo, hábitat para pájaros e insectos benéficos, además de su belleza estética, por lo que no es obligatorio podarlos todos los años.
Un crecimiento sin intervención externa logra ejemplares más equilibrados. Lo que buscamos en el jardín con la poda es reordenar cada mata y mantener el crecimiento a raya para evitar que las plantas se ahoguen entre sí.
Cuando los canteros están conformados principalmente por gramíneas, no conviene podarlos hasta bien entrada la primavera, especialmente aquellas especies sensibles al frío, ya que el follaje helado protege la base de la planta, garantizando una buena brotación en la primavera.
Planificar el jardín del año que viene
Si bien el otoño es largo y tenemos también el invierno por delante, casi sin darnos cuenta estaremos en primavera.

Hoy es un buen momento para planificar, analizar lo que nos gustó de nuestro jardín en verano, ver qué queremos modificar y planificar los cambios. Cuanto antes vayamos haciendo y previendo todo, mejor llegaremos a la primavera. Además de estar a tiempo para encargar aquellas plantas que queramos usar. Contacto: [email protected]