Una corte guatemalteca emitió el lunes una orden de detención contra el exjefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y contra la jefa de investigaciones de este órgano, que es actual fiscal general de Colombia, por sus investigaciones desde 2017 en el país centroamericano sobre la entrega de sobornos a funcionarios públicos por parte de la empresa brasileña Odebrecht.
El fiscal Rafael Curruchiche, cuestionado y sancionado en varios países por obstaculizar la lucha anticorrupción y socavar la democracia, solicitó a una corte de apelaciones una orden judicial de aprehensión contra Luz Adriana Camargo Garzón y contra Iván Velásquez —también exministro de Defensa colombiano— a los que señala de cometer asociación ilícita junto a otros fiscales por sus investigaciones sobre el caso Odebrecht en Guatemala.
Según el fiscal, los ahora acusados, que investigaron a exfuncionarios guatemaltecos por recibir sobornos de Odebrecht, eran una «estructura criminal encabezada por el excomisionado de la CICIG» que «favoreció a los empresarios de la constructora» y provocó que el Estado de Guatemala perdiera más de 3.000 millones de quetzales (unos 380 millones de dólares), dijo Curruchiche.
Señaló, además, que por lo menos cuatro exfiscales, entre ellos los guatemaltecos Thelma Aldana, exfiscal general, y Juan Francisco Sandoval, exjefe de la Fiscalía Especial contra la Impunidad del país centroamericano, también deben ser detenidos.
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El caso Odebrecht fue investigado por el exfiscal Sandoval, que ahora se encuentra en el exilio, quien acusó a exfuncionarios de gobierno y políticos de recibir sobornos de Odebrecht. A su salida del cargo, Curruchiche reenfocó la investigación y la emprendió contra exfiscales, jueces y miembros de CICICG que habían participado en la investigación.
El 12 de mayo Sandoval dijo en un comunicado de prensa que la investigación de Curruchiche «era un montaje y estrategia de manipulación» y que lo que hacía el fiscal era «imputar a subordinados sin proceder contra los líderes políticos y económicos de la red (que recibió sobornos)».
Sandoval agregó que la fiscalía a cargo de Curruchiche criminalizaba a quienes no tenían poder de decisión mientras que protegía «a quienes recibieron sobornos y hoy gozan de privilegios políticos».
«El Ministerio Público, bajo mi dirección y con el acompañamiento de la CICIG… investigó y documentó desde el año 2017 la estructura criminal que permitió el pago de sobornos por parte de Odebrecht en Guatemala», dijo Sandoval.
El exfiscal agregó que «esa labor condujo a la aprehensión de Alejandro Sinibaldi (exministro de comunicaciones e infraestructura y excandidato presidencial), la identificación de redes de lavado (de dinero) y el procesamiento de figuras como Manuel Baldizón (excandidato presidencial que cumplió condena en Estados Unidos por lavado de dinero)», manifestó Sandoval.
Sinibaldi y Baldizón están en libertad.
La CICIG fue una misión de Naciones Unidas que funcionó en Guatemala durante 12 años, de 2007 hasta 2019 cuando el entonces presidente Jimmy Morales decidió no renovar su mandato, luego de que la comisión revelara que miembros de su familia estaba implicados en una acusación.
La Comisión desarticuló cientos de estructuras de crimen organizado llevando a juicio a jueces, fiscales, funcionarios públicos, expresidentes, empresarios y particulares ante la justicia por crímenes como corrupción e impunidad.