La comisión de Ganadería, Agricultura y Pesca dedicó este lunes ocho horas de discusión en torno a la compra del campo de 4.404 hectáreas en Florida que dispuso semanas atrás el Instituto Nacional de Colonización (INC) y que la oposición cuestionó desde el primero momento en que se conoció la noticia: el 14 de mayo, en pleno funeral por la muerte del José Mujica, cuando el secretario de Presidencia, Alejandro Sánchez, dijo a viva voz que la decisión era en homenaje el expresidente.
Unos y otros fundamentaron sus posiciones sin llegar a acuerdo, resumieron luego sus intervenciones en una conferencia de prensa con argumentos totalmente contrapuestos, y en el medio hubo momentos de discusión que en un caso generaron una obligada pausa en la que se «abrieron las ventanas» de la sala para que entrara el aire fresco de otoño y se calmaran los ánimos.
Para entender el contrapunto hay que recordar que la coalición republicana no solo criticó esta compra sino que apuntó desde el arranque al presidente del instituto, Eduardo Viera, al interpretar que no estaba respetando el artículo 200 de la Constitución, que no permite que los directores generales del Estado ejercer actividades «directa o indirectamente» relacionadas con los organismos que dirigen. Por eso pidieron su renuncia, y Viera —sin aceptar del todo el argumento jurídico— finalmente dio un paso al costado el jueves pasado debido a esta incompatibilidad que aceptó de entrada el presidente de la República, Yamadú Orsi, cuyo gobierno dio así por cerrado ese capítulo.
En la oposición consideran esto como una victoria política, que se resume en el chiste que, al terminar la sesión y en uno de los corredores del Palacio Legislativo, un senador colorado le dijo a otro nacionalista, entre risas y apelando a la superada rivalidad de las históricas divisas —y al color de pelo de Viera—: «Se llevaron puesto a un colorado, una doble satisfacción para ustedes».
La defensa del oficialismo a todo este tema fue igualmente por partida doble, porque defendieron esta compra de US$ 32,5 millones al subrayar que estaba en los planes de gobierno y en las promesas electorales —o sea, aumentar significativamente la adquisición de tierras por parte de Colonización y llevar adelante una firme apuesta al sector de la lechería—, y al INC como instituto porque en su criterio estaba bajo ataque de los detractores de siempre: aquellos que no creen en el instituto y en su razón de ser.
Por todo esto fue que la oposición había decidido convocar para este lunes al ministro de Ganadería, Alfredo Fratti,, que asistió acompañado por el renunciado Viera, lo que, ya de arranque, generó el primer cortocircuito: el senador colorado Tabaré Viera cuestionó que Viera asistiera como jerarca de un organismo al que ya no pertenecía.
Pero el intercambio tuvo su momento más álgido —cuando debieron abrirse las ventanas— en el momento en que Viera, ya sobre el final, criticó al senador nacionalista Sebastián Da Silva por haber «argentinizado» todo el debate mediático en torno a Colonización, algo que enfureció al blanco, que le respondió que imaginaba que eso lo decía «por el Pacha Sánchez». El intercambio, ya subido de tono, terminó con Da Silva cuestionando la actitud del jerarca: «Atrevido, está en el Senado», dijo el legislador según reconstruyó El País. En términos similares, Da Silva tuvo un intercambio con Fratti.
Argumentos del gobierno y la interpelación como posibilidad
Ante los medios, el ministro Fratti aseguró que la compra dispuesta por Colonización se debió a su «conveniencia y oportunidad», y porque se identificó que en la zona hay «zonas pobladas» que facilitaban el futuro arraigo de los colonos. Sobre el proceso de compra, rechazó las críticas de la oposición y negó que no hubiera una planificación previa.
«La lechería para nosotros es fundamental; de todas las actividades agropecuarios, no hay ninguna que radique más gente en la tierra. A las vacas hay que ordeñarlas todos los días», sostuvo sobre el fondo de la decisión. «Apostamos a que más gente se quede en el campo y en el rubro de la lehería».
Minutos después, Da Silva y Viera reiteraron los cuestionamientos, y repararon en uno en especial, que es el que puede llevar a una interpelación al futuro ministro Fratti: la no inclusión en la compra del sistema de riego.
Esto es algo que está sujeto a discusión —el gobierno entiende que eso está incluido en los US$ 32,5 millones— y que se terminará de confirmar cuando la compra se termine de completar.
Da Silva dijo que, a su entender, ese sistema «no está incluido en la voluntad de la parte vendedora», y que de ser así «hay un desfasaje mayor aún» entre el valor acordado para la transacción y la tasación original.
