Aunque la audiencia estaba citada para dirimir si la investigación del caso Penadés podía continuar más allá del tiempo previsto inicialmente, la instancia de este lunes terminó convirtiéndose en la primera vez que el exsenador Gustavo Penadés se expresó públicamente después de su imputación por una veintena de delitos sexuales. Lo hizo para manifestar su «preocupación» por los «niveles alarmantes de indefensión» a los que entiende que tanto él, como el otro imputado, Sebastián Mauvezín, fueron sometidos.
Antes de eso, la fiscal Alicia Ghione explicó porqué pidió extender el plazo de la investigación hasta octubre de 2025 (máximo legal). Indicó que pretende finalizar la investigación «diligentemente» y que aún hay pericias por hacer, información que cotejar y declaraciones por tomar. Principalmente, porque en los últimos meses se sumaron nuevas cuatro víctimas al caso. La jueza, finalmente, se lo concedió.
Tras las intervenciones de las defensas de Penadés y Mauvezín, la discusión se centró en dos puntos: el determinar si la causa efectivamente era una compleja y si la Fiscalía había actuado más allá de sus competencias, avasallando derechos de los imputados. Laura Robatto, una de las abogadas del exlegislador, dijo que Ghione tiene un «odio visceral» contra los imputados y que el proceso en su contra ha sido «vindicativo». «Una verdadera cacería de brujas al mejor estilo inquisitivo», consideró.
Por la Fiscalía tomó la palabra uno de los adjuntos de Ghione, Federico Fascioli. Sus dichos generaron la irritación de Mauvezín, quien alzó la voz para contestarle y generó un cruce entre las partes. Fascioli dijo que aunque la defensa de Penadés diga que este caso va a ser recordado por consagrarse el final del derecho a la defensa, él cree que será recordado por dos cosas.
«Va a ser recordado porque somos todos iguales ante la ley y que todos tenemos que responder ante la ley, no solo los pobres y marginados, sino también las personas poderosas (…) Nadie estaba por encima de la ley, a pesar de que algunos creen que sí», comenzó por decir. A lo que agregó: «Va a ser recordado porque sirve para visibilizar los casos de explotación sexual que siempre estuvieron en las sombras y que recién ahora se empiezan a investigar con más intensidad. Por eso es que Penadés pudo abusar y explotar menores durante casi 30 años».
Luego destacó el «compromiso» y trabajo de la titular, Ghione. «Si otro fiscal se le encargaba de esta causa, no hubiera llegado a buen puerto, a alguno la hubiera archivado. No todos los fiscales soportarían lo que Ghione con denuncias injustificadas, tratando de apartarla del caso», resumió.
Minutos después de ello, habló Penadés. «Estoy cansado que se hable de mi poder. Cuando yo (…) no gozo de mis fueros (…) el poder que parecería ser que sigo teniendo estando preso» no es tal. «Estoy siendo permanentemente vilipendiado en los medios y en las redes sociales», expresó y agregó: «El infierno que ha vivido mi familia, que vive mi familia, por razones de la inescrupulosidad que se ha tenido en el manejo de este caso, es inenarrable. Y realmente que se siga hablando de mi poder cuando yo voy a cumplir casi dos años en prisión es fantasioso».
La jueza Vargas, en su argumentación, advirtió que la causa sin dudas es compleja y que esa complejidad viene dada porque los delitos imputados son «delitos de poder». «Se está investigando una cantidad de víctimas, víctimas que no son víctimas simples (…) Hay fenómenos de retractación, provienen de ambientes muy vulnerables donde también se generan redes y en esas redes son muy complejas. En esas redes de vulnerabilidad y vulneración ingresó el poder. Por algún motivo hay una asimetría que lo facilitó en principio, presuntamente», desarrolló.
«Si hubiéramos podido presentar elementos, la causa se hubiera achicado»
La abogada Robatto dijo en rueda de prensa que con la Fiscalía de Ghione trabajan de forma diferente a como lo hacen con «el 99%» de las fiscalías.
«Si nosotros pudiéramos haber presentado ya elementos de descargo que tenemos hace mucho tiempo, esta causa se hubiera ido, por lo menos, achicando. No sé si terminando, pero sí, por lo menos, achicando. No lo podemos hacer», aseguró.
Cuando se le consultó por qué no se les permite agregar esa evidencia, dijo que reiteradamente le contestan que ella apunta a «saber la identidad de las víctimas», la que está reservada por decreto judicial.
Además, Robatto insistió en que le «llama la atención» que siga en el caso «una fiscal que está sumariada» y a la que ellos mismos le hicieron una denuncia penal. El sumario a Ghione se abrió por, presuntamente, no haberle informado debidamente a una víctima de abuso sexual que su caso se iba a archivar, cuando semanas antes se había comprometido a imputar a los supuestos responsables. Mientras que la denuncia penal es por, presuntamente, no haber investigado hechos de apariencia delictiva que surgían del celular de Jonathan Mastropierro, víctima en este caso.
