Noa Riera
Barcelona
La casa modernista Vicens, el primer edificio proyectado por Antoni Gaudí como casa de verano para la familia Vicens, cuenta con 140 años de historia. Se acabó de construir en 1885 pero pese a su larga vida, se conserva poca información sobre lo ocurrido en este edificio durante el siglo XX. Su memoria sigue viva solo en los hogares y en los corazones de quienes la vivieron. Para preservar este pasado y recuperar la memoria histórica de este icónico lugar de la Vila de Gràcia, esta mañana se ha presentado el proyecto Memòries. Esta casa ha acogido a varias personas, propietarias e inquilinos, y ha sido testigo de innumerables recuerdos y vivencias tanto de las familias residentes como de los vecinos de Gràcia y de Sarrià – Sant Gervasi.
¿En qué consiste el proyecto?
Recopilación de recuerdos de testimonios para rescatar las vivencias de la casa modernista
El objetivo principal es recopilar y preservar los recuerdos individuales para construir, de forma colaborativa, una narrativa histórica que refleje la vida y la evolución de la casa. A través de testimonios, imágenes, recuerdos y relatos, su intención es rescatar las vivencias que marcaron el siglo XX en la casa Vicens. En especial, de esas vivencias previas al 2017 y a su proceso de restauración y apertura como casa museo.
Para todo aquel que pretenda aportar información y recuerdos, hay un buzón en la casa y también un espacio en la página web para que la gente deje fotos, postales, folletos, vídeos, documentación histórica, diarios o recuerdos personales. “Queremos recaudar y dar continuidad a todo aquello que nos ayude a recordar la historia de esta casa”, ha destacado hoy Emili Masferrer, director general de la casa Vicens.
Imagen antigua y actual de la casa Vicens, la primera obra de Gaudí en Barcelona
Este proyecto se presenta como herramienta para evitar que muchas de las vivencias del espacio desaparezcan y caigan en el olvido. El propósito de la iniciativa es preservar el turismo cultural y la responsabilidad social al reforzar el papel de la casa museo como espacio de encuentro y participación. Además, sitúa la comunidad local , especialmente de Gràcia y Sarrià- Sant Gervasi, en el centro del relato patrimonial.
Trayectoria
Abierta al público en 2017 tras tres años de restauración
La casa Vicens fue declarada patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 2005, y presenta las bases y los principios del joven Gaudí. Situada en el barrio de Gràcia, abrió las puertas al público en 2017, después de tres años de restauración y actualmente es propiedad de MoraBanc. La rehabilitación del espacio, realizada por Martínez Lapeña-Torres Arquitectos y DAW Office, ha estado premiada en diversas ocasiones. La instalación cuenta con un certificado Biosphere por su compromiso con la sostenibilidad turística y otros premios como el CETT Alimara, por su visita guiada olfativa o el Horizon, como mejor página web cultural.
Uno de los eventos que giraba en torno a la casa era la festividad de Santa Rita que mostraba la fe del barrio. Esta tradición existía antes de la construcción de la casa. En su recinto había un manantial del que los enfermos de un centro de convalecencia atribuían propiedades curativas. Más adelante se construyó una capilla que actualmente se ha derribado para construir edificios.
La familia Herrero-Jover que vivió aquí hasta el 2014 abría las puertas de su casa cada 22 de mayo para dar cabida a todo el barrio. Daniel Giralt Miracle, uno de sus vecinos, recuerda que los taxistas eran los que más venían y que los veías hacer cola en los alrededores.
Impresionaba vivir en una casa modernista, pero lo veía normal”
Salvador AlsiusPeriodista y antiguo residente de la casa
Este proceso ha permitido recopilar muchas fuentes que hablan de los “mejores tiempos” del lugar y del reconocimiento que supone haber vivido en esta obra modernista como expresa Antoni Herrero, que vivió en la casa toda su infancia: “Ahora hay turistas y visitantes, pero es mi casa, siempre ha sido mi casa”, o como reflexiona Javier Herrero: “Un reconocimiento del arte, vivir en este sitio”.
Varios testimonios dan forma a esta memoria colectiva. Salvador Alsius recuerda: “Impresionaba vivir en una casa modernista, pero lo veía normal”. Rosamaria Budó y Teresa Duran, que trabajaron allí cuando era la sede de Cavall Fort, lo recuerdan como un lugar especial: “Era una casa simpática y alegre, no tenías la sensación de trabajar en una oficina, eso era una obra de arte”.
Por su parte, Josep Maria Contel, historiador y presidente del Taller de Historia y Arte de Gracia, insiste en la importancia de dar voz a este lugar: “¡Qué mejor que desde esta casa, que es un reclamo en sí misma y de las personas que han vivido aquí!”. Además, Contel está impulsando una campaña para visibilizar la historia y las memorias tanto de la casa Vicens como del barrio de Gràcia.
Después de anécdotas y recuerdos entre los asistentes al acto, Pilar Delgado, directora de comunicación de casa Vicens ha concluido: “La casa Vicens no es solo un edificio, sino un lugar lleno de vida, arte y memoria compartida.”
