En estos días de selectividad parece que quien se examina también es ChatGPT, dado el uso que hacen de él los estudiantes. Y muchos se sorprenden y lamentan. Pues sí, nada es lo mismo que antes. Pero eso es lo normal y no necesariamente peor. Para los solo analógicos
–pocos deben de quedar ya, hasta mi madre usa Alexa–, recuerden que cuando se popularizaron las calculadoras a pilas, muchos vaticinaron que las matemáticas estaban acabadas. No ha sido así, e incluso los matemáticos son muy solicitados laboralmente. La sociedad evoluciona. Los cambios causan incertidumbre, pero no debe dominar el tremendismo. Las personas, en general, se adaptan y progresan.
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