Por razones que no pretendo comprender, vivimos en una época en la que la única idea verdaderamente bipartidista es que una legislación histórica exige una aliteración con la triple B. La propuesta emblemática del presidente Joe Biden fue «Build Back Better”, o sea reconstruir mejor. Ahora, el presidente Donald Trump ha ligado su presidencia —y a todos nosotros— a su « big, beautiful bill«, un “gran y hermoso proyecto de ley”
Permítanme sugerir otro nombre. Incluso me mantendré al día: la bomba presupuestaria.
Siempre es posible que las cosas cambien. Pero por ahora, el daño que este proyecto de ley causará al presupuesto si explota es difícil de explicar adecuadamente. Y, para ser honestos, el presupuesto es donde comienzan los problemas que este proyecto de ley causaría. Pero por algún lado hay que empezar.
Al pensar en el tamaño y el costo de la legislación, hay que tener en cuenta dos aspectos: cuánto cuesta el proyecto de ley, ya sea a través de nuevos gastos o recortes de impuestos, y cuánto de ese costo se paga, en comparación con lo que se añade a la deuda.
Se esperaba que la Ley de Reducción de la Inflación costara unos 500 mil millones de dólares en 10 años, y financió todo ese gasto —y más— mediante aumentos de impuestos. Se esperaba que la Ley de Cuidado de Salud Asequible costara alrededor de un billón de dólares en 10 años; todo, de nuevo, fue pagado. El proyecto de ley de reforma tributaria de Trump de 2017, al sumar todo, dejó sin pagar aproximadamente 1,5 billones de dólares en recortes de impuestos.
Pero la Gran Bomba Presupuestaria es un caso aparte. Incluso un análisis ingenuo, que se deja llevar por algunos trucos presupuestarios republicanos muy obvios, descubre que este proyecto de ley recorta los impuestos y aumenta el gasto en 4 billones de dólares en 10 años, pero solo cubre unos 1,7 billones de dólares de esa cantidad.
Si sumamos los intereses de toda esa nueva deuda —y hoy en día pagamos tasas de interés muy altas por ella—, la Gran Bomba Presupuestaria deja más de 3 billones de dólares en la tarjeta de crédito nacional durante la próxima década.
Pero no caigamos en trucos presupuestarios tontos. El proyecto de ley está lleno de recortes de impuestos a los que los republicanos les han impuesto fechas de vencimiento. Tal como está redactado actualmente, elimina los impuestos sobre las horas extras, las propinas y los préstamos para automóviles, pero solo por cuatro años. Todo esto expirará en 2028. Pero sabemos que no tienen intención de permitir que esos recortes de impuestos expiren. Quieren presentarse en 2028 por temor a que los demócratas los dejen expirar.
Los republicanos usan mucho este truco. Si revisamos los recortes de impuestos de 2017 del primer mandato de Trump, eso ocurrió. Y en este mismo proyecto de ley, los republicanos están cancelando todas esas fechas de vencimiento.
Había usado el viejo dicho de «Engáñame una vez», pero no me engañaron la última vez, y no voy a fingir que me engañaron esta vez. Pero sí creo que es al menos un poco gracioso que los republicanos quieran crédito presupuestario por usar ese truco de la reducción de impuestos que expira en el mismo proyecto de ley en el que también eliminan sus últimas fechas de vencimiento. Algo que nunca me oirán decir del Partido Republicano de Trump es que le faltan agallas.
Según el Comité para un Presupuesto Federal Responsable —el grupo de defensa más triste de Washington—, si se toma en serio la permanencia que buscan los republicanos, la Bomba del Gran Presupuesto añadirá unos 5 billones de dólares a la deuda durante la próxima década. Es una cifra desorbitada.
¿Recuerdan cuando Trump prometió equilibrar el presupuesto?
Eso ocurrió en marzo. Así que aquí he estado hablando de lo que el proyecto de ley hace con el presupuesto. Pero también está esta otra pregunta, quizás la más importante: ¿Qué pretende lograr?
Cinco billones de dólares es mucha deuda, pero si nos lleva a inventar la fusión nuclear comercializada o a perfeccionar un fármaco que duplique nuestra esperanza de vida saludable, pues bien. Vale la pena.
Pero esto es lo que este proyecto de ley hace en la práctica: recorta los impuestos principalmente a las personas más ricas. Recorta Medicaid y los cupones de alimentos. Los republicanos también están permitiendo que expiren algunos subsidios de Obamacare. Por lo tanto, se estima que, entre todo esto, 13 millones de personas perderán su seguro médico.
Y es terriblemente exacto. El proyecto de ley incluye 1,1 billones de dólares en recortes de impuestos para quienes ganan más de 500.000 dólares al año. Y también incluye 1,1 billones de dólares en recortes a Medicaid y cupones de alimentos. Es una transferencia directa de las personas que no pueden costear la comida y la atención médica a las personas que pueden permitirse volar en primera clase.
El proyecto de ley también elimina los créditos fiscales que apoyan las industrias de energía eólica, solar, de vehículos eléctricos y nuclear. China estará encantada con eso.
Así que, al pensar en este proyecto de ley, deben considerar el riesgo. Este proyecto de ley aumenta nuestro riesgo de una crisis fiscal. ¿Qué pasaría si todos estos países a los que estamos distanciando y todos estos inversores a los que estamos asustando dejaran de comprar nuestra deuda, incluso mientras estamos creando billones más de deuda que necesitamos que compren?
Este proyecto de ley aumenta el riesgo que enfrentamos si no podemos pagar la atención médica o los alimentos para nuestras familias. Destruye la red de seguridad de la que millones de nosotros habríamos dependido si los aranceles de Trump causaran una recesión. Invierte decenas de miles de millones de dólares en centros de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y en su capacidad de deportación, lo que aumenta los riesgos que enfrentan los inmigrantes, o cualquier otra persona, atrapados en las operaciones masivas de deportación y detención del gobierno.
He sido periodista político durante más de 20 años. He cubierto más proyectos de ley de los que puedo contar. No recuerdo una legislación nacional más cruel o irresponsable que se haya propuesto seriamente.
Y sus defectos se ven agravados por su magnitud. Si la bomba del Gran Presupuesto de los republicanos explota, todos estaremos en el radio de acción.
