
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha revisado a la baja su previsión de crecimiento para México en 2025, estimando una expansión del Producto Interno Bruto (PIB) de apenas 0.4%, la más baja entre los países de América Latina.
Este ajuste representa una disminución significativa respecto a la proyección anterior de 1.2% realizada en diciembre de 2024. Según el informe “Perspectivas Económicas” del segundo trimestre de 2025, la OCDE atribuye esta desaceleración a varios factores. Entre ellos, destacan las nuevas barreras comerciales impuestas por Estados Unidos, que han afectado la competitividad de las exportaciones mexicanas y han generado incertidumbre en las inversiones. Además, se señala un bajo dinamismo interno, caracterizado por una débil inversión privada y un consumo moderado, como elementos que limitan la recuperación económica del país.
“El crecimiento se desacelerará en un contexto de alta incertidumbre. Se proyecta que la economía se expandirá 0.4 por ciento en 2025, antes de repuntar 1.1 por ciento en 2026”, indica el reporte oficial.

La economía mexicana está particularmente expuesta a los riesgos externos, especialmente debido a su alta dependencia del mercado estadounidense, que absorbe más del 80% de sus exportaciones. La desaceleración proyectada en Estados Unidos para 2025 y 2026, junto con condiciones financieras más restrictivas, podrían lastrar aún más la demanda externa hacia México.
“Dada la alta exposición de México al mercado estadunidense, la desaceleración proyectada en Estados Unidos para 2025-2026 y las condiciones financieras más restrictivas podrían lastrar aún más la demanda externa y de inversión”, se explica en el documento.
A pesar de este panorama, la OCDE prevé un repunte moderado en 2026, con un crecimiento estimado del 1.1%. Sin embargo, este incremento dependerá de la reducción de la incertidumbre comercial y de la implementación de políticas que fomenten la inversión y el consumo interno.

Este pronóstico se suma a las preocupaciones expresadas por otros organismos. El Banco de México, por ejemplo, redujo su estimación de crecimiento para 2025 a 0.1%, citando una persistente atonía en la economía nacional y desafíos globales significativos, incluyendo cambios en la política comercial de Estados Unidos.
“El endurecimiento de las reglas de origen del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y las recientes medidas proteccionistas estadounidenses han elevado los costos de exportación para productos clave como automóviles, autopartes, maquinaria y electrodomésticos”
En este contexto, expertos señalan la necesidad de que México diversifique sus mercados de exportación y fortalezca su mercado interno para mitigar los efectos de las tensiones comerciales y fomentar un crecimiento económico más sostenible.