Un carro blindado de fabricación europea como el Leopardo 2E, del que se donaron decenas de unidades de versiones anteriores a Ucrania tras estallar la guerra, ha llegado a Barcelona. En la capital catalana no reposa habitualmente este tipo de armamento pesado. El vehículo acorazado podrá verse de cerca por los curiosos desde este viernes hasta el domingo.
El acuartelamiento del Bruch, el único que sigue operativo en la ciudad de Barcelona, es escenario de tres días de jornadas de puertas abiertas en el marco conmemorativo del Día de las Fuerzas Armadas. El carro blindado Leopardo 2E, la versión española del Leopard alemán, es el armamento de mayor relieve traído al Bruch para estos días.

El conductor del blindado asoma la cabeza por la escotilla en el Bruch
Inspección General del Ejército
La unidad ha sido trasladada en un tráiler de tipo góndola desde Zaragoza. El carro acorazado pertenece al Regimiento Acorazado Pavía, Batallón Flandes, radicado en la Bases San Jorge, junto al campo de tiro de San Gregorio.

El carro blindado, llegando al Acuartelamiento del Bruch
Inspección General del Ejército
El Leopardo 2E es una versión más avanzada que las entregadas por España al ejército ucraniano, pero que han demostrado una enorme operatividad en el frente como la mostrada por la Brigada 155 que cuenta con varias unidades de este carro donado por Ejecutivo central.
Además del Leopardo 2E, las personas que acudan a las jornadas de puertas abiertas del Bruch podrán ver de cerca otros vehículos militares como el Pizarro u otros de alta movilidad como los URO Vamtac ST5.

Una unidad del vehículo Vamtac, en el campo de maniobras
Ejército de Tierra
El viernes, de 12.45 a 20.00, y el sábado y domingo, de 10.00 a 20.00, el público podrá acceder al interior del Acuartelamiento del Bruch en el que, además de los materiales, podrán ver una exposición fotográfica sobre la presencia del Ejército español en Afganistán.
Además, se harán varias demostraciones sobre ejercicios y procedimientos de unidades, incluida la Guardia Civil, como los desactivadores de explosivos o los equipos caninos.