El gobierno peruano ha formalizado el pedido de extradición de Erick Luis Moreno Hernández, alias “El Monstruo”, ante los gobiernos de Brasil y Paraguay. Moreno está acusado de liderar la peligrosa banda “Los Injertos del Cono Norte”, responsable de secuestros extorsivos, homicidios y una extensa red delictiva con operaciones en varios países. La Fiscalía sostiene que su influencia se extiende más allá de Perú, con nexos comprobados en Bolivia, Paraguay y Brasil. La estrategia legal busca cerrar todos los caminos de fuga y someterlo a la justicia peruana.
Las solicitudes de extradición fueron publicadas el 6 de junio mediante resoluciones supremas firmadas por la presidenta Dina Boluarte, el canciller Elmer Schialer y el ministro de Justicia Juan Alcántara. Actualmente, Moreno se encuentra prófugo y se sospecha que reside en Brasil, protegido por miembros del Primer Comando de la Capital (PCC), una de las organizaciones criminales más poderosas del continente. Su presencia ha movilizado a los servicios de inteligencia de la región.
Secuestros que conmocionaron al país
Uno de los crímenes más notorios que se le atribuyen es el secuestro de la empresaria Jackeline Janina Salazar Flores, ocurrido en mayo de 2025 en el distrito limeño de Los Olivos. El caso provocó indignación nacional y aceleró la acción diplomática del gobierno, que comenzó a movilizar todos sus recursos para lograr la extradición. La víctima fue liberada tras un operativo policial de alto riesgo.
También se le responsabiliza del secuestro del empresario Erick Alejandro Trujillo Torres en 2020, cuyo rescate terminó con la muerte del suboficial William Ríos Cauti. La violencia del caso y su trágico desenlace marcaron un antes y un después en las operaciones antidelictivas en Lima. Ambos episodios constituyen el núcleo del expediente judicial presentado ante Brasil y Paraguay.
Red transnacional y operaciones financieras
Las investigaciones han revelado una red financiera compleja en la que estaría involucrada la madre de Moreno, Martina Hernández De la Cruz, quien transfirió más de USD 100.000 entre 2022 y 2025 desde la Guayana Francesa a cuentas vinculadas a su hijo. La procedencia de estos fondos continúa bajo indagación judicial.
Estas operaciones forman parte de una estructura criminal sofisticada que incluye el uso de documentación falsa, cambios de identidad y apoyo logístico desde varios países sudamericanos. Los investigadores creen que esta red ha facilitado su escape y permanencia en el extranjero durante años.
Colaboración regional y recompensas
Brasil ha ofrecido un millón de reales por información que conduzca a la captura de “El Monstruo”. A su vez, el Ministerio del Interior del Perú ofrece 500.000 soles a quien proporcione datos verificados sobre su paradero, una de las recompensas más altas ofrecidas por un criminal peruano.
La presión internacional se ha intensificado tras la captura de varios familiares cercanos del acusado, lo que ha debilitado sus redes de apoyo. Según la inteligencia brasileña, esto lo habría obligado a buscar una nueva ruta de fuga fuera de Brasil y Paraguay. Las autoridades no descartan que intente llegar a otro país del Cono Sur.
Fiscalia de Perú.
El crimen va más allá
El caso de Erick Moreno no solo representa una amenaza directa a la seguridad peruana, sino que pone en evidencia las conexiones regionales del crimen organizado, la fragilidad de las fronteras sudamericanas y la necesidad urgente de una cooperación judicial internacional más eficaz. Perú busca establecer una postura firme frente al avance de estas estructuras criminales.
Si las extradiciones se concretan, marcarán un precedente clave en la lucha contra redes delictivas transnacionales. La presión sobre Brasil y Paraguay no solo busca justicia para las víctimas, sino también establecer un modelo regional de respuesta coordinada frente al crimen organizado.