8.2 C
Buenos Aires
martes, junio 10, 2025

Pablo Rago, de ayer a hoy: su infancia salvaje, Carlín Calvo, sus amores y el desafío de trabajar para Nico Repetto en teatro y rodar la serie sobre la envenenadora Yiya Murano

Más Noticias

Viernes a la tarde. El sol se esconde detrás de una cortina fina y el frío empieza a asomar por la ventana. Adentro, Pablo Rago se ríe, hace chistes y reconoce que no le gustan mucho las notas. Pero no escapa: responde todo, se abre y habla con franqueza de su hijo, de sus padres, de sus amores, de sus trabajos. Con calidez y sin pretensiones, como quien lleva años en el oficio pero sigue con los pies en la tierra.

Rago es una figura que atraviesa generaciones: fue parte de las dos películas argentinas que ganaron el Oscar (La historia oficial y El secreto de sus ojos) , marcó la televisión con Clave de Sol y Amigos son los amigos, y hoy sigue activo. Supo reinventarse siempre. En lo laboral, en lo personal, en el amor. Hoy, con 52 años, está de novio con una mujer que conoció por Instagram, y disfruta de una familia ensamblada mientras protagoniza una obra todos los miércoles y empieza a rodar una serie sobre una de las criminales más recordadas del país: Yiya Murano.

De Clave de Sol a Carlín Calvo: crecer en televisión sin perderse

Carlín Calvo y Pablo Rgo, una de las duplas televisivas más exitosas de los noventa.

La televisión lo vio crecer. De chico, Pablo ya era parte del elenco de Clave de Sol, uno de los programas más emblemáticos de los ochenta. Luego vendría Amigos son los amigos, con Carlín Calvo, y la exposición total. Pero él siempre supo tomarse las cosas con calma. O al menos, eso aprendió con el tiempo.

La fama, la adolescencia en estudios de televisión, y el compañerismo de aquellos elencos le dejaron huellas profundas. Habla con cariño de Carlín, de sus compañeros, de esa época en la que todo parecía eterno.

-¿Cómo recordás tu época en Clave de Sol y Amigos son los amigos?

-Yo fui muy feliz en esos programas. Clave de Sol fue mi adolescencia y Amigos… ya era una etapa más adulta, aunque tenía 18 años. Fue una escuela, era trabajar con actores, directores, libretistas increíbles. Y con Carlín… con él era una aventura. Un tipo generoso, divertido. Me cuidaba. Nos cuidábamos todos.

-¿Sentís que te perdiste algo al trabajar desde tan chico?

-Yo trabajo desde los 5 años, pero no tengo un recuerdo amargo. Sí me cuidaron mucho. A mi hijo lo mantuve lejos del trabajo infantil porque sé lo que implica, pero yo, la verdad, fui feliz.

Infancia, hermanos y una madre con métodos ‘ortodoxos’

Pablo, junto a Sbaraglia, con uno de sus tantos premios cosechados.

Pablo tiene tres hermanos. Todos varones. Una infancia de juegos, peleas y aventuras. Su mamá, dice, fue estricta. “Tenía métodos ortodoxos”, se ríe. Pero también agradece esa educación: lo mantuvo enfocado, responsable, trabajador. No hubo privilegios, ni siquiera cuando ya trabajaba en la tele.

Habla de su familia con humor y con amor. Como alguien que sabe de dónde viene y lo valora.

-¿Qué te marcó de tu infancia?

-Tener hermanos varones es una experiencia intensa. Aprendés a defenderte, a ceder, a bancarte cosas. Y mi vieja… mi vieja era brava. Pero era amorosa también. Me enseñó a no faltar al laburo, a cumplir. Me quedó eso.

-¿Cómo era el vínculo con tus hermanos?

-Nos peleábamos todo el tiempo. Pero si alguien de afuera les decía algo, yo saltaba. O ellos por mí. Éramos una manada.

-¿Te sentías el actor, el diferente?

-Sí, era el actorcito de la familia. Me cargaban con eso. Pero también me cuidaban mucho.

-¿Recordás alguna escena que te haya quedado grabada?

-Sí, una vez me lastimé filmando y llegué a casa llorando. Mi vieja no me mimó. Me dijo: “Bueno, flaco, aprendé”. Después me abrazó, claro. Pero primero, lección.

-¿Y cómo sos vos como padre?

-Trato de ser menos rígido. Aunque a veces se me escapan cosas de mi vieja (ríe). Pero me importa que mi hijo tenga valores, que no se crea el centro de nada, que sea agradecido. Lo acompaño, lo cuido, y trato de no meterlo en este mundo antes de tiempo

Amores: de Paola Krum a Silvia Petovello

Rago con la ministra de Capital humano.

A lo largo de los años, tuvo relaciones con mujeres que también pertenecen al mundo artístico. Estuvo en pareja con Paola Krum, con María Carámbula y con Silvia Petovello, hoy ministra de Capital Humano. Nunca hizo de su vida privada un show, pero tampoco la escondió.

Habla de ellas con respeto, sin morbo. Las recuerda como etapas importantes de su vida. Y aunque no le gusta mucho hablar de su intimidad, cuando lo hace, no esquiva nada.

-¿Cómo recordás esas relaciones pasadas?

-Con cariño. Con cada una viví cosas distintas. Paola es una gran actriz y una gran persona. María también. Y Silvia… compartimos momentos importantes. Yo no tengo rencores con nadie. A veces se termina y está bien.

-¿Te molesta que hoy se hable de vos por haber salido con la ministra?

-No. Me causa gracia. Fue hace mil años. Pero bueno, es parte del juego. Ya no me afecta.

-¿Fueron relaciones muy distintas entre sí?

-Sí. Y yo también era distinto en cada una. Cuando estás con alguien aprendés mucho. De lo bueno, pero también de lo que no querés repetir. Me equivoqué mil veces. Fui inmaduro, fui torpe, pero traté de hacer lo mejor posible.

-¿Te considerás un tipo romántico?

-(Piensa). Depende. Me gusta estar en pareja. Me gusta la intimidad, la charla, el compartir. No soy de los que hacen declaraciones grandilocuentes. Soy más de los gestos. Y si puedo hacer reír, ya está.

-¿Estás bien como estás hoy?

-Muy. Estoy con una mujer a la que quiero, que admiro, y que además es madre. Y eso te cambia todo. Armamos algo que es nuestro. No es perfecto, pero es real. Y me hace bien

Presente: teatro, Yiya Murano y una carrera que no para

Obra de Nicolás Repetto: Sala de espera
Pablo Rago, en Sala de Espera, la obra de Nicolás Repetto que coprotagoniza con Diego Cremonesi.

Hoy, Pablo protagoniza una obra todos los miércoles, Sala de Espera. Dirigida por Nico Repetto y coprotagonizada por Diego Cremonesi, la obra se centra en dos amigos que están muertos y hablan sobre la muerte, la amistad, el paso del tiempo y todo lo que quedó pendiente. «Es como reírnos de nuestra propia tumba», dice entre risas.

Al mismo tiempo, empieza a grabar una serie sobre Yiya Murano, la envenenadora de Monserrat. Una historia policial con humor negro que lo desafía desde lo actoral y lo interpela desde lo humano. Antes estuvo con Esperanza la Carroza y los desafíos nunca descansan.

-¿Cómo surgió esta obra con Repetto?

-Con Nico nos conocemos de toda la vida. Surgió de charlas, de pensar en qué nos pasa con la muerte, con la amistad, con el humor. Y salió esto. Es un juego, pero también es verdad. Me encanta hacerla.

-¿Qué te provoca contar una historia como la de Yiya Murano?

-Es apasionante. Tiene drama, tiene humor negro, y sobre todo tiene algo muy argentino: la impunidad. Me gusta meterme en esos mundos. Como actor, es un viaje.

El amor en tiempos de Instagram: familia ensamblada y humor cotidiano

Rago, en familia.

A su pareja actual la conoció por Instagram. Una charla, una conexión, y una relación que ya lleva años. Viven con el hijo de ella y el suyo con María Carámbula, Vito. Una familia ensamblada que, según él, funciona con afecto y humor.

Pablo no idealiza. Habla desde la experiencia. Reconoce los altibajos, pero también la belleza de estar con alguien con quien se elige todos los días.

-¿Cómo empezó esta relación?

-Ella me escribió por Instagram, empezamos a hablar… y nos enganchamos. Después de unos meses nos conocimos en persona. Fue muy natural. No buscaba nada, y apareció.

-¿Cómo es convivir con una familia ensamblada?

-Es hermoso. No es fácil siempre, pero es hermoso. Somos cinco en casa. Yo, ella, su hijo, el mío, y a veces mi vieja. Nos reímos mucho. Eso salva todo.

Redacción

Fuente: Leer artículo original

Desde Vive multimedio digital de comunicación y webs de ciudades claves de Argentina y el mundo; difundimos y potenciamos autores y otros medios indistintos de comunicación. Asimismo generamos nuestras propias creaciones e investigaciones periodísticas para el servicio de los lectores.

Sugerimos leer la fuente y ampliar con el link de arriba para acceder al origen de la nota.

 

- Advertisement -spot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisement -spot_img

Te Puede Interesar...

Polémica en Rosario por el nombre «impronunciable» de una calle que rinde homenaje a un poeta de Kazajstán

Un grupo de vecinos de Fisherton, un barrio residencial en la zona oeste de Rosario, reclama que se le...
- Advertisement -spot_img

Más artículos como éste...

- Advertisement -spot_img