
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió una solicitud que ha provocado revuelo entre los países del Caribe y del continente americano en relación con las brigadas médicas cubanas que operan a nivel internacional.
Según la agencia The Associated Press, la comisión pidió en una carta a los gobiernos que integran la Organización de los Estados Americanos (OEA) detalles sobre sus acuerdos con Cuba concernientes a misiones médicas, incluyendo los derechos laborales y sindicales de los trabajadores cubanos, así como información sobre posibles quejas laborales.
Francesca Emanuele, asociada senior de políticas internacionales en el Centro de Investigación Económica y Política en Washington, comentó sobre la naturaleza “sin precedentes” de este movimiento, describiéndolo como “profundamente preocupante”.
Cuba, conforme a las cifras del régimen cubano, cuenta con más de 22.000 médicos trabajando en más de 50 países, lo que incluye tanto el Caribe como el continente americano. Sin embargo, no se dispone de un desglose específico para la región del Caribe, donde muchas naciones, caracterizadas por condiciones de pobreza, dependen significativamente de estos profesionales médicos.
La comisión, independiente de la OEA y financiada en gran parte por Estados Unidos, expresó su intención de analizar los datos para formular recomendaciones, debido a persistentes informes de violaciones de derechos humanos. Sin embargo, un portavoz de la comisión prefirió no hacer comentarios, citando la privacidad de la carta.
La misiva de la comisión fue enviada tras el anuncio del secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, sobre restricciones de visa en febrero, dirigidas a funcionarios del régimen cubano o extranjero que participan en las misiones médicas cubanas, etiquetadas por Rubio como “trabajo forzado”.
Emanuele criticó el tiempo en el que se emitió la carta, sugiriendo que la información solicitada recae dentro de la soberanía de los estados miembros de la OEA, y destacó que “el papel de esta organización no debe distorsionarse”.
Ralph Gonsalves, primer ministro de San Vicente y las Granadinas, manifestó estar a la espera de un enfoque regional al respecto. En entrevista, señaló que durante una próxima reunión de la Organización de Estados del Caribe Oriental abordará el tema. Gonsalves enfatizó que no existen problemas de derechos humanos en juego en San Vicente, destacando la adherencia del país a varios convenios laborales internacionales. Además, enfatizó la importancia de los médicos cubanos, quienes gestionan el único centro de hemodiálisis gratuito en San Vicente, un servicio esencial para 64 pacientes con un coste de cinco millones de dólares al año.

Aunque Gonsalves mencionó haberse reunido con Rubio a principios de año, afirmó no percibir amenazas de sanciones en esa reunión. Por otro lado, el ministro de Relaciones Exteriores de Guyana, Hugh Todd, indico que el gobierno tiene planes de modificar el sistema de pago y contratación que envuelve a los médicos cubanos con el objetivo de cumplir las leyes internacionales de trabajo, aunque no especificó si esto está ligado a las restricciones de visa de Estados Unidos.
Líderes caribeños han manifestado su disposición a sacrificar visas estadounidenses si ello implica continuar recibiendo la imprescindible ayuda médica cubana. Mia Mottley, primera ministra de Barbados, y Keith Rowley, primer ministro de Trinidad y Tobago, subrayaron la importancia de mantener la cooperación cubana en la región.
En abril, el dictador cubano Miguel Díaz-Canel criticó la campaña estadounidense, argumentando que busca frenar los ingresos del país y eliminar el ejemplo de Cuba. A pesar de las restricciones de visa defendidas por Rubio, que las justifica como medidas para promover la rendición de cuentas, Díaz-Canel consideró que las acciones tenían un tinte político e ideológico.
La situación actual refleja una división en la región, ya que cada país considera su posición frente a las presiones diplomáticas y económicas, mientras evalúan cómo continuar beneficiándose de la cooperación médica cubana sin comprometer sus intereses internacionales y soberanía.
(Con información de AP)