Por: Mg. Lautaro González Amato*
El XVII Congreso Internacional de Comunicación Política organizado por la Cumbre Mundial de Comunicación Política y ASACOP (Asociación Argentina de Consultores Políticos) fue celebrado esta semana en la Universidad Católica Argentina (UCA) y congregó a más de 60 expositores de 15 países entre consultores, dirigentes políticos y comunicadores de América Latina y España.
Liderado por Daniel Ivoskus, el evento se propuso fortalecer el vínculo entre la planificación, gestión e innovación digital en la comunicación política, un espacio de reflexión acerca de la injerencia de este tridente en las campañas, la gestión de gobierno, y el fortalecimiento democrático en la región.
Sin embargo, este compromiso con la construcción de liderazgos casi se empaña en su totalidad por encendidos cruces, acusaciones y un debate con ecos peligrosos para nuestra democracia.
Durante la charla de inauguración del miércoles, hubo un hecho desafortunado: en el contexto por la condena de Cristina Kirchner en la “Causa Vialidad”, se produjeron una serie de exabruptos verbales por parte del diputado nacional libertario José Luis Espert: canceló al kirchnerismo como fuerza política y fustigó a la hija de la ex presidenta, Florencia Kirchner, al rememorar un posteo en la red social X que había realizado tiempo atrás.
¿Qué señales emite esto en la injerencia y desarrollo de la comunicación política en pleno contexto del siglo XXI?
Polarización, intolerancia y falta de moderación
Daniel Ivoskus — presidente de CumbreCP — como moderador de la charla, orientó el debate hacia la necesidad de articular comunicación digital y territorial, con un enfoque híbrido donde las redes acoplen su fuerza con el contacto humano. En un año electoral clave para Argentina y América Latina (con comicios en Bolivia y Chile), Ivoskus destacó que la velocidad de respuesta, la empatía y la adaptabilidad cultural emergen como ejes de la gobernabilidad moderna.
Más allá de esto, la confirmación de una pena de seis años y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por parte de la Corte Suprema hacia la ex mandataria Cristina Kirchner, generó un clima de alta tensión política durante el Congreso. La figura de CFK, central en el peronismo y a nivel internacional, se posicionó una vez más, como eje de polarización en el evento.
En este encuadre, Espert tuvo declaraciones fuera de lugar al repetir un grotesco insulto contra Florencia Kirchner –“la hija de una gran puta”, enfatizó el diputado Espert– en pleno desarrollo del panel legislativo del Congreso, con Daniel Ivoskus moderando y junto a otros panelistas, entre ellos Sertgio Uñac, quien lo frenó en seco. A esto se le sumó el público asistente que comenzó a gritarle “gorila”, “cagón” y “cobarde”. Le pidieron que se retirara del panel que compartía con el dirigente del PRO Martín Yeza, el senador radical Maximiliano Abad y el exgobernador de San Juan. El suceso rápidamente escaló a los medios de comunicación y se viralizó.
A raíz de esto, las autoridades de la UCA emitieron un comunicado: “Frente a lo sucedido, llamamos a la reflexión de todos, recordando la prédica de nuestro gran canciller y arzobispo de Buenos Aires Mons. Jorge Ignacio García Cuerva en el Tedeum del 25 de mayo en la catedral de Buenos Aires: Venimos a pedirle a Dios que nuestra Argentina se cure y viva. Experimentamos que se está muriendo la fraternidad, se está muriendo la tolerancia, se está muriendo el respeto; y si se mueren esos valores, se muere un poco el futuro, se mueren las esperanzas de forjar una Argentina unida, una Patria de hermanos”.
Varios de los expositores también se pronunciaron al respecto, entre ellos Mario Riorda quien en su ponencia se tomó unos minutos para hablar de la incivilidad y el debilitamiento democrático.
En entrevistas a medios de la industria de la compol durante el Congreso, consultores y académicos alertaron acerca de la urgencia de vincular planificación estratégica, investigación y gestión digital en la comunicación política. Y advirtieron que sin un enfoque integral, este tipo de rupturas discursivas terminan debilitando la confianza ciudadana, la institucionalidad y fomentando los discursos de odio.
Hacia una comunicación política responsable
Al replantear la narrativa democrática estas escenas no solo polarizan sino que fracturan la legitimidad del discurso político y la injerencia real en los asuntos públicos. Junto al análisis parlamentario, de campaña, gestión de gobierno y el desarrollo de las nuevas tecnologías, es indispensable sumar una cultura del respeto. La comunicación política no debe transformar cualquier espacio en un ring sin barreras ni tolerancia democrática.
Por otro lado, el eje de la comunicación en campañas y gobiernos fue otro momento donde varios expositores explicaron sus puntos de vista. Muchos coincidieron que esta unidad requiere una sinergia entre análisis de datos, mensajes mediatizados y moderación del relato digital. En definitiva, integrar medios tradicionales y plataformas disruptivas, sin caer en la provocación, fortalecerá la participación y la confianza pública.
Frente a este discurso de “terrorismo de redes”, como lo definió el arzobispo García Cuerva, defender la fricción política sin violencia es un imperativo. La comunicación política debe avanzar hacia una democracia más plural, sólida y empática.
El Congreso en la UCA expuso cómo, en una región ávida de diálogo, seguimos repitiendo ciclos de confrontación, lenguaje destructivo y grietas inconducentes. Esto puede hallarse en la falta de un modelo comunicativo que combine estrategia, inteligencia digital y cultura democrática.
Hay un camino
El desafío es construir campañas y gobiernos con mensajes que integren –no fragmenten– el tejido social. Así, seremos parte de una verdadera revolución comunicacional que fortalezca nuestra democracia.
Además se puso en evidencia lo que comunicadores e instituciones deben fortalecer: habilidad técnica, ética discursiva, y planificación digital-territorial. Los exabruptos, la fractura informativa y la falta de empatía no solo son faltas puntuales: son síntomas de una estrategia de comunicación política que puede perforar los cimientos de la confianza institucional.
Porque para construir democracias fuertes es necesario estudiar el fenómeno completo, anticipar crisis reputacionales, y entender que la comunicación política no solo transmite ideas, sino legitima o deslegitima un sistema de gobierno.
Y en ese escenario, la academia, los consultores y los medios deben asumir un rol activo, formando responsables éticos, transparentes y con sentido de servicio, lejos de la impostura y el insulto. Solo así la comunicación política podrá consolidarse como herramienta democrática y no convertirse en pólvora.
En definitiva, la experiencia de los congresos de comunicación política a nivel de América Latina son significativos: es interesante observar cómo la innovación en la comunicación política se acelera año tras año. Aparecen nuevas ideas, nuevos análisis y nuevos speakers.
Por ello, es clave profesionalizar la comunicación política en todo ámbito de gestión y proyecto de gobierno con herramientas digitales, investigaciones rigurosas y una ética de diálogo. No se trata solo de ganar: es aprender a gobernar, informar y persuadir sin fracturas ni discursos de odio. Esa es la apuesta que América Latina hoy necesita.
*Autor del ebook “Unir la cadena. IA & comunicación política. Guía práctica para asesores”, LAMATRIZ, 2024.