
Barcelona
Enésimo intento municipal para frenar la degradación comercial del centro de Barcelona. El gobierno del alcalde Jaume Collboni dio a conocer este viernes los trazos del nuevo plan de usos de Ciutat Vella, una regulación de la actividad comercial que el ejecutivo confía en ultimar con el resto de grupos y aprobar de modo definitivo antes de fin de año. Según el teniente de alcalde y edil responsable del distrito, Albert Batlle, el comisionado del Pacte per Ciutat Vella, Ivan Pere, y el gerente Félix Ortega, la idea es frenar la apertura de nuevas tiendas de souvenirs, de tiendas alimentarias, de pedicuras y manicuras, de clubes de cannabis, de carcasas y accesorios de móviles, de artículos relacionados con la marihuana y en definitiva de todos aquellos que según el ejecutivo degradan la vida cotidiana de estos barrios. El Ayuntamiento sí que fomentará ya este verano la puesta en marcha de actividades culturales en la Rambla. Aquí, el último año, quedó suspendido el arranque de cualquier nueva iniciativa.
La verdad es que ha de ser un trabajo frustrante. Hace un año el Consistorio dictó una moratoria que sobre el papel frenaba la apertura de nuevos negocios de manicura, de carcasas y de artículos relacionados con la marihuana. Y las tiendas de souvenirs están vetadas desde hace mucho. Pero los monocultivos siguen extendiéndose. Los oportunistas aprovechan la presión inmobiliaria que deja a tantos sin margen para hacerse con locales en calles principales del Gòtic. Muchos recuerdos son tan cutres que no hay modo de calificarlos como souvenirs ¿cuál es la licencia de una tienda llena de camisetas que hacen apología de la felación casual? estas camisetas ya están globalizadas ¿de ropa, de regalo, de souvenirs…? ¿y con qué permiso vendes penes de madera? también ocurre con la tiendas de artículos relacionados con la marihuana. Pese la moratoria aún abren como floristerías, tiendas de regalos y otras suplantaciones administrativas. Además, los espabilados siempre pervertieron la posibilidad de dedicar el 20% del establecimiento a productos no contemplados en la licencia.
La Rambla podrá acoger ya este verano nuevas actividades culturales y dejará atrás la suspensión total
El Ayuntamiento trata ahora de hilar más fino. Tiene poco margen de maniobra ante los permisos en funcionamiento, pero mucho más a la hora de otorgar los nuevos. Ante la picaresca no tiene otro remedio que responder con un ejercicio de ingeniería administrativa. El nuevo plan clasifica las actividades a regular en 13 grupos, correspondientes a tres niveles de afectación y 180 epígrafes. La categoría de comercio no cotidiano no alimentario, por poner un ejemplo, será especialmente correosa a fin de dificultar la apertura de nuevas tiendas dedicadas al arreglo de uñas. Además, aprovecharse de la norma del 20% no será tan sencillo. El nuevo plan no permitirá acogerse a esta posibilidad para vender productos no permitidos. Los espabilados no podrán poner a la venta tantos imanes con la silueta de la Sagrada Família. Tendrán que con conformarse con las globalizadas camisetas groseras.
En el 2018, cuando se aprobó el último plan del distrito, la mayor preocupación fue paliar los problemas de convivencia derivados del ocio nocturno. Ahora el Ayuntamiento quiere definir sus restricciones en función de más factores, como los residuos, la carga y descarga y otros que aún está por ver si resultan operativos, como el impacto sobre la calidad de vida. Estos ratios terminarán de perfilarse según los negocios en marcha y la anchura del vial. Dadas sus dimensiones, la Rambla y la Via Laietana acogerán los establecimientos más grandes. El distrito no quiere dar más detalles al respecto para evitar que los oportunistas especulen.
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Batlle, Pera y Ortega también subrayaron que este ejercicio de ingeniería administrativa irá acompañado de una intensa labor inspectora para que no pase lo que pasó los últimos años. De hecho, el Ayuntamiento ya trata de transmitir un mensaje a quienes hicieron de las normas un papel mojado. El jueves, la Guardia Civil y la Guardia Urbana revolvió los cajones de las tiendas de artículos relacionadas con la marihuana de la calle Comptal y se hicieron con docenas de vapeadores de derivados del cannabis. Y hace pocas semanas una multiinspección en 39 supermercados del distrito levantó más de 360 actas por infracciones de todo tipo.