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Vecina del Prado | Montevideo
@|Cada día se observa más gente viviendo en la calle. No hay barrio que escape de esta realidad. En el Prado, por ejemplo, antes no se veía ninguna persona durmiendo en la calle pero hoy en día, en cualquier esquina de alguna de las calles más conocidas (Avda. Suárez, Bulevar Artigas, Cisplatina, etc.) se ven de a dos o tres personas que, a medida que va cayendo la tarde, llegan con sus petates y arman una especie de campamento para pasar la noche. Lo asombroso es que debe haber por lo menos dos refugios próximos y no entiendo porqué no van.
¡Ni qué decir del Centro de Montevideo! En la nochecita se transforma, y donde haya un techo donde guarecerse se instalan. Por cuadra debe haber cinco o seis (una mañana los conté cuando llegaba a mi trabajo).
¡Señores esto no puede seguir así! ¿Para qué está el Mides? Y no me vengan con el tema de los derechos y que si no quieren irse por propia voluntad no los pueden obligar. ¿Acaso es digno vivir así? Ni que hablar cuando comiencen a sentirse las temperaturas bajo cero.
Me gustaría saber si el Mides tiene idea de cuántas personas hay en situación de calle en todo Montevideo. Y, por otro lado, si tienen algo programado para poder revertir esta situación, o sólo se trata de seguir así y de enviar (cuando algún ciudadano llama para reclamar) a algún funcionario, de vez en cuando, para comprobar alguna situación.
Espero que ahora, que en vez de 8 horas trabajarán 6 por el mismo sueldo (supongo les sobraría el tiempo para realizar todas las tareas), no se quejen por falta de tiempo y se ocupen un poco de esta situación que cada día se hace más alarmante.
¡Estamos hablando de la dignidad de las personas! ¡Algo hay que hacer! ¡Esta situación no puede seguir así!
Además, por otro lado, están los derechos de los vecinos que también padecen; porque se les instalan en las puertas de sus casas o en sus jardines y en los comercios, cuyos dueños todas las mañanas al abrir sus puertas se encuentran muchas veces con estas personas que no se quieren retirar del lugar.
En fin, es una situación muy compleja que ya lleva muchos años y que cada día está peor.
¡Alguien tiene que tomar cartas en el asunto!
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