La comedia familiar , protagonizada por José María Listorti y Dani «La Chepi», se perfila como uno de los estrenos más esperados de las vacaciones de invierno en Argentina. Dirigida por Nicolás Silbert y Leandro Mark, narra la historia de Leonardo, un optimista agente de viajes que se enamora de Lucía, una madre que intenta reconstruir su vida tras una separación. Para ganarse el corazón de sus hijos, Leonardo se ofrece como niñero en un viaje a la Patagonia, donde enfrentará una serie de desventuras que pondrán a prueba su paciencia y determinación.
El rodaje se llevó a cabo en enero de 2025 en Bariloche, aprovechando los paisajes naturales de la región para ambientar esta historia llena de humor y emociones.
Filmar en Bariloche
Para poder hacer de Bariloche un set de filmación, es necesario contar con el acompañamiento de la Film Comission Bariloche, una institución creada hace siete años “con el objetivo de promocionar a Bariloche como destino de producciones audiovisuales y fomentar la contratación de mano de obra local”, explica Julieta Linares, referente del organismo municipal.
“También lo que hacemos, más a nivel administrativo, es gestionar los permisos de filmación: cualquier tipo de producción audiovisual o fotográfica que venga a la ciudad y quiera rodar en espacios públicos, tiene que gestionar el permiso con nosotros”, añade.
En cuanto al trabajo de la Film Comission, Julieta detalla que “nosotros los recibimos, ellos nos cuentan qué es lo que van a hacer, cuánta gente va a venir, en qué lugares piensan rodar. Para esto es necesario gestionar un permiso de filmación que se hace mediante un formulario online con carácter de declaración jurada”.
Y agrega: “la idea es poder presentar a las productoras un ámbito laboral sumamente amable, ágil y dinámico para que puedan hacer sus producciones y obviamente para que vuelvan. En ese intercambio también con las productoras, lo que tenemos nosotros es un registro de trabajadores y trabajadoras de la industria que ponemos a disposición. Después, nos ocupamos de todas las relaciones interinstitucionales dentro del municipio”.
“Bariloche definitivamente es elegido por sus paisajes para las producciones audiovisuales, pero cada vez más, gracias a nuestros profesionales y gracias a que estas grandes producciones vienen y generan experiencia concreta para nuestros trabajadores y trabajadoras, las producciones ya saben que acá hay un ecosistema profesional de gente con experiencia bien formada y profesional, sobre todo”, resalta.
Julieta no duda en afirmar que “definitivamente la industria audiovisual y la industria turística se llevan muy bien, van de la mano, e incluso puede un producto audiovisual generar un destino turístico”.
La previa
Luciana Basevich, de Bariloche, hizo la producción local y cuenta que “si bien mi rol no se relaciona directo con los protagonistas, sí compartí cotidianamente con ellos, ya sea en los almuerzos, en el momento de rodaje, y también los llevé en el auto del hotel a la locación en varias oportunidades”.
Por otro lado, destaca que “las producciones a nivel local son muy productivas en muchos aspectos: primero porque se da trabajo a muchos sectores, desde hotelería y comida hasta transportes, pasajes, etcétera”. También explica que, si bien “el rodaje duró dos semanas, fueron varios meses antes se empezó con la pre producción” a nivel local.
Mariangeles Casella también es productora audiovisual de Bariloche y estuvo a cargo de las locaciones durante el rodaje de El Novio de Mamá. Ella explica que el trabajo previo de locaciones se hace en base al guión y a los pedidos específicos de la producción: “en este caso, hay una escena que era en un bar, con un catamarán, y entonces había que buscar uno. Foteamos las embarcaciones que había en Bariloche, pero se dieron cuenta que eran muy grandes, entonces hicimos una búsqueda de algo más chico, como un yate más privado, y de otro tipo de catamarán más pequeño. Eso también tenía una complejidad de que teníamos que tener un muelle donde puedan amarrar estas embarcaciones, y debía estar en el lago Nahuel Huapi. Entonces, había un par de dificultades, que por suerte las pudimos sortear”.
“Este trabajo previo no sólo tiene que ver con lo que uno busca, sino también con las posibilidades que nos encontramos y con las dificultades”, explica.
“Se valora mucho estar trabajando en un lugar así”
Sobre los lugares de filmación, Luciana resalta: “Ver los paisajes de Bariloche circular por las pantallas del mundo es maravilloso y promociona mucho el destino”.
Acerca del trabajo sobre estos espacios, Mariangeles explica: “Usamos distintos tipos de locaciones, privadas y públicas. Por ejemplo, en este caso se buscaba un bosque de arrayanes y desde mi rol propuse que se filmara en el Parque Llao Llao, que es un bosque municipal y tiene una pequeña pasarela con distintos árboles de la especie. Ahí se hizo parte de una escena y después se combinó con otro bosque, más natural, que está en Villa Tacul. Estas dos locaciones son municipales”.
“Después tenemos locaciones privadas como fue Piedras Blancas donde se utilizó la aerosilla. Y después un muelle y un mirador que da el agua Nahuel Huapi”, comparte.
Mariangeles, por otro lado, remarca cómo Bariloche se destaca como set de filmación por sus escenarios naturales: “Lo que en general busca mostrarse son los paisajes imponentes que tiene la ciudad; es lo que más atrae a las filmaciones, a venir a este sitio”. Y asegura que “la devolución de los actores y la producción, con respecto a los lugares que filmamos, es que, en general, están como contentos y sorprendidos de los lindos lugares, de la accesibilidad, de poder estar también trabajando en un lugar tan hermoso. No es lo mismo por ahí estar trabajando dentro de un estudio que estar trabajando al aire libre, disfrutando de la naturaleza en un paisaje increíble y la verdad que la gente que viene lo valora mucho; valora mucho estar trabajando en un lugar así”.