La ex presidenta de Nicaragua falleció a los 95 años. Fue la primera mujer elegida democráticamente para gobernar un país en América y símbolo del fin de una dictadura.
Violeta Barrios de Chamorro, la mujer que logró una hazaña política al vencer a Daniel Ortega en las elecciones de 1990 y convertirse en la primera presidenta elegida democráticamente en América, falleció este sábado a los 95 años tras una prolongada enfermedad.
La noticia fue confirmada por su familia, que emitió un comunicado señalando que Chamorro “falleció en paz, rodeada del cariño y del amor de sus hijos y de las personas que le brindaron un cuido extraordinario”.
Viuda del periodista y dirigente opositor Pedro Joaquín Chamorro, asesinado por el régimen de Anastasio Somoza en 1978, Violeta se convirtió en un símbolo de la resistencia cívica y la pacificación de Nicaragua.
Su victoria en los comicios de 1990 marcó el fin de la guerra civil y la salida del Frente Sandinista del poder, tras una década de conflicto armado.
Durante su presidencia (1990-1997), impulsó la reconciliación nacional, el desarme de la resistencia armada y un proceso de reinstitucionalización democrática, en un país profundamente polarizado.
El día que dejó el poder, en enero de 1997, pidió perdón “por lo que no puedo cumplir y por lo que me equivoqué”, pero expresó su satisfacción por haber cumplido “el sueño de Pedro Joaquín: que Nicaragua volviera a ser República”.
Chamorro es recordada por su templanza, su lucha pacífica y su rol pionero en la política latinoamericana. Su figura trasciende las fronteras de Nicaragua como ícono de la democracia, el diálogo y la paz en tiempos de violencia y autoritarismo.