Itat Carrique, secretaria de las Mujeres, Gneros y Diversidad, advirti sobre el retroceso en polticas pblicas y record que en Argentina asesinan a una mujer cada 26 horas.
Este lunes se cumplen 10 aos de la primera marcha de Ni Una Menos en Argentina, un hecho que marc un antes y un despus en la visibilizacin de la violencia de gnero. En Salta, organizaciones feministas, colectivos sociales, estudiantes y autoconvocadas se reunirn a partir de las 16 horas en plaza 9 de Julio, para marchar hasta la Legislatura y regresar al punto de partida, en una manifestacin que se extender hasta las 21.
En dilogo exclusivo con «Que Pasa a la Maana«, la secretaria de las Mujeres, Gneros y Diversidad de la provincia, Itat Carrique, asegur que «seguimos en la lucha, donde ms de 2.800 mujeres fallecieron en femicidios y transfemicidios a causa de la violencia de gnero».
Carrique advirti que el contexto actual «es muy adverso a nivel nacional», al referirse al vaciamiento de polticas pblicas para la prevencin y abordaje de la violencia. Sin embargo, aclar que la Provincia de Salta sostuvo esos programas, incluyendo la atencin integral y los dispositivos de proteccin.
«El que sostiene el hogar (econmicamente), por lo comn, es el agresor«, alert la funcionaria, y explic que muchas vctimas no denuncian por depender econmicamente de sus parejas o exparejas. La falta de empleo y recursos tambin afecta de manera crtica a las personas del colectivo LGBTIQ+, a quienes calific como en situacin de «alta vulnerabilidad».
Segn Carrique, dos de cada tres muertes violentas en Argentina tienen motivos de gnero, y la mayora ocurre dentro de los hogares, a manos de personas cercanas. «La violencia de gnero no es algo de ndole privada, es un asunto pblico«, subray, e insisti en que la respuesta del Estado debe ser integral y rpida.
En cuanto a las denuncias, record que pueden realizarse en comisaras, fiscalas o incluso de forma annima, aunque remarc que «lo ideal siempre es que lo haga la vctima».
Tambin detall que hoy crecen las denuncias por violencia psicolgica, un tipo de agresin que antes no se reconoca socialmente. «Muchas mujeres mayores dicen antes esto era comn y no hicimos nada’. Hoy tenemos otra conciencia, pero an falta», indic.
Carrique tambin hizo mencin a otras formas de violencia como la econmica y meditica, que si bien «a veces son invisibilizadas, no son menores«.
Por ltimo, remarc la importancia de mejorar la legislacin, exigir mayor celeridad a la justicia y que el Ejecutivo «tenga presencia territorial real para llegar a los barrios donde se necesitan estas herramientas».
