El 24 de junio del 2000, tras salir de brindar un show más de cinco mil personas en el recordado local bailable Escándalo de City Bell, el cantante cordobés Rodrigo Bueno perdió la vida en la Autopista La Plata – Buenos Aires pasando el peaje de Hudson.
El aquel hecho, que ocurrió en la madrugada del sábado 24 de junio del 2000, marcó un antes y un después en la movida tropical, ya que el cantante cordobés tenía 25 años recién cumplidos y estaba en el pico de su popularidad.
Por lo ocurrido, se abrió una causa contra un empresario de Berisso de apellido Pesquera, que esa misma noche viajaba a Buenos Aires por la Autopista, que no tenía ni dos años de antigüedad.
Fue una de las primeras tragedias, y sin dudas la más recordada, que tuvo el nuevo camino que unía la ciudad de La Plata con Buenos Aires.
Desde el primer día, en la lluviosa tarde del 24 de junio, pero hace un cuarto de siglo atrás, se empezó a montar un santuario para recordar a Rodrigo a un costado de la Autopista en el mismo lugar del trágico accidente, en el que también perdió la vida uno de los hijos del actor Alberto Olmedo, a quien el Potro había conocido unas horas antes.
Con el paso del tiempo el lugar se tornó peligroso, ya que no había forma de controlar a los miles de fanáticos que se acercaban a dejar una lata de cerveza abierta en homenaje a la bebida por excelencia del cordobés. De allí que se decidió armar una estructura de cemento y se delimitó el santuario, en el cual hoy estarán presentes los seguidores del cantante para rendirle homenaje. Se trata de un grupo de personas que encabeza la cuidadora del lugar, una vecina de Berazategui de nombre Yolanda Barreto, quien tiene la llave y suele llevar comida para repartir entre los fanáticos, quienes terminan bailando y escuchando las canciones del único cuartetero que conquistó Buenos Aires y el país traspasando las fronteras de su Córdoba natal.