1)
«Llegué por primera vez al país en los Ochenta, canté en el Ópera, en el Gran Rex, en el Luna Park y ¡dos veces la Bombonera! Bueno, el convite de despedida es aquí, en el Movistar».

2)
“Nací el 12 de febrero de 1949. Nací en Úbeda, España. Si buscan en mi biografía y recorrido musical, hay varios ‘9’ rondando en mi existencia, pero como yo soy vulgar, igual que la mayoría de los hombres, de poder, elegiría como preferido el número ‘7’”.

3)
“Por lo que me ha brindado personal y profesionalmente, debería agradecer de rodillas todo lo que la Argentina me dio. Yo siempre fui de pueblo, jamás pensé en cruzar el mar. Pero la primera vez que intenté ir a Buenos Aires me tocó la época de hiperinflación, en las postrimerías del gobierno de Raúl Alfonsín. A mi discográfica de la época no le interesaba. ‘Pero no te vas a ir al culo del mundo’, intentaron disuadirme. Y guardaban razón. Apenas pisé Ezeiza comprendí que estaba frente al culo más lindo del mundo”.

4)
“Hay días en que a uno le duelen las muelas, y otros días en que a uno le duele el corazón. Pero te puedo hablar de mis amigos argentinos, como Baglietto o Fito Páez, a quienes quiero mucho como personas. ¿Qué opino de ellos como artistas? Me gustan, claro, pero a los amigos se les ama, no se les analiza. También me gusta Charly García. Charly es muy grande, ha inventado mucho, y ha tenido unas actitudes de una libertad extremadamente libre. Creo que ha sido el padre de todo.¿Mercedes Sosa? Es quizás la mejor cantante en español».

5)
“No sé aún aprendí a conjugar la palabra monogamia. Tampoco puedo contestar esa pregunta, por daños a terceras. Pongamos mejor, a ver…: en ocasiones, no hay excesiva necesidad de hacerle demasiado daño a la gente que quieres. Y entonces el mal menor a veces es una cierta monogamia. Cierta, eh. Tampoco hay que ser fundamentalista. Soy de susurrar un ‘te quiero’, un ‘te amo’ a los amigos. Con las novias soy pudoroso».

6)
“Ni en las reuniones privadas suelo cantar. A menos que esté borracho. Cosa que ahora rara vez sucede”.

7)
“¿Si practico deportes? Hago ‘tos-ing’ a la mañana. Me mata la tos”.

8)
«Nunca he comido en mi casa, no tengo coche -ni sé conducir-, ni reloj. Vivo en hoteles. No es un orgullo porque es agotador. Muchas veces me gustaría cansarme y parar un poco, pero no. Gano mucho dinero, pero no soy un star system. Mi actitud es infantil: como de chico nunca pude comprar caramelos ahora compro todos, aunque no me sirvan para nada».

9)
“Yo creo que en lo personal, me alumbró la suerte. Al margen, por lo que observo, lo mío no fue tan duro como lo de Diego, que aparte de ser Dios, cargaba una avidez por comérselo todo y pagar caro tremenda osadía. Lo mío ha sido menos fuerte. Al lado de Charly yo era una monja teresiana”.

10)
“No suelo ir a conciertos. Me parece un coñazo permanecer dos horas y pico observando a uno que no sea yo. Sin embargo, admito que en los últimos veinte años he asistido a una decena de recitales de Joan Manuel, y no porque era mi amigo. Más aún, porque oír buenas canciones me estimula el desafío: ‘Mira lo que hizo este cabrón’”.

11)
“En lo personal, cuando Serrat ya era Serrat y yo era Joaquín Ramón Martínez, sentí por algún motivo extraño que él me había adoptado. Y hasta la fecha reconozco que quizá hoy no sería cantante si no hubiera habido antes un Serrat. Hablo de aquel Serrat que en sus principios decía dedicarse a esto ‘para poder tocarles más fácilmente el trasero a las tías’”.

12)
«A mí me sorprendió que, conociendo mi currículum o ridículom, un tipo como él, como en Nano, sin ninguna necesidad, se apuntara a una gira juntos como la de Dos pájaros de un tiro. Así que pronto me puse un letrero en mi cabeza: ‘No defraudar al catalán’

13)
“No cocino, no hago café. ¡No! Soy un caballero. En casa tenemos una cocina enorme, en la que yo escribo canciones”.

14)
“Estallo feroz si tratan de hacerme ir a un lugar que no deseo ir, y si tratan de que sea demasiado educado con gente que no lo merece. Entonces puedo enrollarme y emitir largas y desagradables alocuciones”.

15)
«Estuve casi un año tirado en mi cama, sin salir de mi casa en Madrid… Pero salí adelante. Ya no escribo hasta las 7 de la mañana tomando cocaína como antes. Yo por sexo, droga y rock and roll hoy siento una cosa: nostalgia. La nariz ahora sólo la uso para respirar. Mis amigos tienen órdenes estrictas de parte de la peruana que duerme conmigo (Jimena Coronel, su mujer desde hace tres décadas) para contestarme ‘no traje nada’. Ya son diez años alejados de la cosa.

16)
“Pasé ocho meses sin fumar, pero en cuanto volví a escribir reincidí. En las últimas semanas ando abusando. Como estoy empezando la gira, me he convertido en una histérica, y las chicas histéricas fuman en exceso”.

17)
“Aceptaría que ahora llevo una existencia aburrida. Ya no estoy todo el día al filo de la navaja. Tengo siete gatos, justo para no tener que sacarlos a pasear. Se llaman Elvis, Judas, Margot, Rojo, Lolo, Demon y Margarito. Los que crían perros me han mencionado que son ellos los que hacen el trabajo sucio. Tampoco duermo siesta. Mis costumbres son andar por aquí, sentarme a leer, llenarme una copa, encender un puchito, escribir, asomarme por las ventanas. Me encantan los tejados”.

18)
“En mi casa hay carteles, cochecitos, muñecas antiguas, pececitos, parquitos, soy un mitómano de objetos con memoria adentro. Podríamos confundir este lugar con cualquier negocio de antigüedades de San Telmo”.

19)
“Mis amigos de juergas están enfadados. Lógico, antes me contaban sus desventuras en las barras de bares de ínfima reputación, y en la actualidad no me ven vagando por allí. O, de pronto, antes me levantaba a la madrugada en casa y había una pareja –a la que a lo mejor no conocía– follando en el salón, y ahora las llaves le pertenecen a un círculo íntimo, no a veinticinco personas. Aunque sigue habiendo veinticinco personas que pueden venir cuando lo deseen, ¡mientras yo las conozca!”.

20)
“Si la Jime no me hubiera quitado de la mano cosas que avanzaban derecho a atentar contra mi salud, si no hubiera tratado de saber adónde iba por las noches, a lo mejor ahora no estaríamos aquí hablando, chaval”.

21)
“Jamás en la vida se ha oído en casa un disco mío. Si estoy haciendo zapping y sale una entrevista propia, cambio. No he visto películas en las que he hecho papeles… Tengo archivo propio de prensa, pero ninguno visual”.

22)
“A mí, que me atraen el malditismo y los poemas, las canciones y las películas escritos en el límite de la normalidad; no obstante, a pesar de las tormentas, los vendavales, los tifones y los tsunamis internos, debo reconocer que este tipo de mínimo orden doméstico me ha salvao la vida”.

23)
“Ahora soy para adentro. Puedo pasar diez, doce horas solo, lo que hace que uno sea su propio psiquiatra y escarbe a mayor profundidad que antes en ciertas cosas. Según entiendo, algo así le ocurrió, en otro orden más disparatado y genial, a Charly (García), que con su retiro ha tenido que mirarse un poco para adentro”.

24)
“Armé un despacho magnífico para escribir, y jamás logré sentarme ahí a escribir nada. No tengo computadora, máquina de escribir y teléfono móvil. Apunto en los bares, cuando me dejan, o aquí, de noche, pero tirado en el suelo. Nunca en un sitio fijo, nunca en horas fijas… Tengo cajones llenos de letras de canciones aún sin acordes, poemas inéditos. Tal vez algunos se conviertan en canciones”.

25)
“Yo huí de mi propia infancia, del mismo modo que no saboreé la de mis hijas Rocío y Carmela. Porque a los niños los trato como si fueran mayores, y ellos me tratan a mí como si fuera imbécil. Entonces, a partir de su adolescencia empezamos a hablar. Siento que han salido bien, aunque pudieron haber salido fatal y penar en la cárcel por violar viejecitos o apuñalar ancianas. Pero son buenas estudiantes, buenas chicas, guapas, y no tan putas como su papá. Mis hijas tienen valores, ética. El mérito de la crianza de ambas fundamentalmente es de su madre (Isabel Oliart), que nos visita seguido y también su novio, que para colmo es un gran tipo”.

26)
“No me encuentro preparado para convertirme en abuelo. Pero tampoco estuve, estoy ni estaré preparado para ser padre. Son cosas que a las especies les suceden”.

27)
“Los del Atlético de Madrid estamos felices. Queremos comerle la pinga a Simeone todos los días. En cuanto el Cholo lo quiera, voy y me entrego a él. Sólo debe llamarme”.

28)
“No tengo internet, Facebook, Twitter… Ni conduzco, ni uso tarjeta de crédito, ni como sushi. El otro día mi gente, muy contenta, me comentó que pasamos a encabezar iTunes, y no supe si ponerme feliz”.

29)
“Yo me considero más soberbio que orgulloso. Pienso que sé cuáles son las cosas que valen la pena y las que no. Y en las que no, procuro perder el menor tiempo posible. Si me descubro en el espejo interior alguna coquetería y alguna vanidad ridícula, no dejo ni que sueñe con asomar a la calle”.

30)
“Mi tragedia es que con los años, para lograr cantar días seguidos, debí acostumbrarme a enmudecer por completo entre concierto y concierto. Claro, una vez que terminaba de leer el par de libros de la mesa de noche, y ante la imposibilidad de hablar, me ponía histérico. Y como aparte de fumar necesitaba hacer algo con las manos, durante la primera gira con Serrat, en 2007, comencé a comprarme cuadernos de distintos tamaños, lápices y rotuladores de colores, y decidí subirme al reto del papel en blanco, llenándolo con garabatos. A la fecha llevo unos treinta cuadernos completados. Podría asegurar que dibujar me divierte. Es una linda especie de onanismo en soledad. Además de matar el tiempo, a través del dibujo fue naciendo en mí un nuevo modo de mirar. Siempre he sido bastante voyeur para convertir en palabras lo que veía. Pero para convertirlo en formas, necesitas observar de otra manera”.

31)
“He comprado de joven un libro de dibujo hecho que hizo Dylan. Y ahora he descubierto algo en lo que soy mejor que Bob… De a poco empiezas a observar en detalle los cuadros que has cruzado en museos, los libros que compraste allí y no habías abierto, y a los artistas que siempre te llamaron la atención. Buscas soluciones, intentas robarles algo y hasta sumarte a torpes homenajes. Como un desnudo de Diego Velázquez que dibujé a mi manera, o los de Pablo Picasso y Francis Bacon, que también aparecen publicados por allí… ¡Me tiene muy contento estar aprendiendo a dibujar a los 65 años! Tanto, que en los conciertos de la gira, todos los dibujos que se proyectan atrás son míos. Los tratamos de una manera divertida, como previos al cine mudo, dotados de un movimiento tosco, infantil. No reemplacé los Ducados por los lápices, aunque dibujando se fuma menos. Tienes las manos ocupadas y el cigarrillo se consume solo”.

32)
“Nunca supuse que pasaría de los 40 años. Era de los jovenzuelos que pensaban que las personas que pasaban los 60 no tenían vergüenza. Ahora ya no lo pienso: lo sé. He puesto en riesgo mi vida unas cuantas veces, pero sobreviví razonablemente bien (no sé por qué uso ‘razonablemente’), y hoy no paso siquiera por uno de los momentos menos peores. Transito uno –detesto la palabra– apacible. Igual, prefiero ser Keith Richards antes que Mick Jagger. Jagger es una súper-vedette, parece Moria Casán. Toma clases de gimnasia, se cuida, la Reina lo condecora. Pero eso no lo digo yo… Lo dice Richards. Por eso prefiero ser Keith”.

33)
“Creo que nunca he contestado que ‘no’ a una pregunta sobre crisis personal».

34)
“Leo mucho. Hasta las etiquetas de los champúes. También, y con singular interés, los anuncios de las chicas en los periódicos. Algunos se inspiran en frases de Maradona: ‘Las mejores mamadas de Madrid’”.

35)
«Soy un gran admirador de Argentina y del enorme foco cultural que la ha alumbrado, con su Martín Fierro, Raúl González Tuñón, Juan Gelman, Borges, Atahualpa Yupanqui, el Polaco Goyeneche, Gardel, Discépolo, Mercedes Sosa y mis amigos, Charly, Fito y Calamaro… ¡¿Cómo no serlo!?».

36)
“Te confieso que saliendo de día por la Capital Federal descubrí otra ciudad. Hasta hoy sólo conocía la ciudad de los cafetines, las p…y los vicios, algo que, te aclaro, recuerdo con mucha nostalgia. Pero era raro verme caminar por Florida a plena luz del día. Sin embargo, admito que también me gusta esta otra parte. Me acuesto temprano… ¡Qué lindo es dormir de noche! Y por la mañana me levanto a escribir”.

37
“Yo siempre les digo a mis amigos: ‘Si alguna vez ven que me pierdo, búsquenme en Buenos Aires’. Varias veces pensé en dejar mi tierra y radicarme en América. Incluso vengo escribiendo unos versos… No recuerdo las frases literales, aunque señalaban algo así como ‘si tengo que exiliarme por las malas,/ búscame en la Argentina/ tararará (acompaña agregando ritmo)/, en Macondo y en Comala’. Lo he pensado varias veces”.

Fotos: Archivo Revista GENTE y Gentileza Guido Adler y Tute Delacrix
Retoques: Gustavo Ramírez
Agradecemos a Jimena Arce (Ja! Comunicación)
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