Dos agentes de los Mossos d’Esquadra se sientan desde este lunes en el banquillo de los acusados en la Audiencia de Barcelona. La Fiscalía pide para ellos una pena de 18 años y 9 meses de cárcel por supuestamente haber colocado una pistola y cocaína en el coche de un estibador como represalia por haber destapado una red de narcotráfico que actuaba en el puerto de Barcelona. Los acusados son un cabo de la Unidad de Investigación de la comisaría de Sant Martí y un agente. Ambos están suspendidos de empleo y sueldo desde 2016. Están acusados de un delito contra la salud pública, tenencia ilícita de armas, detención ilegal y descubrimiento de secretos.
Además, hay dos acusados más, un tío y su sobrino, que se enfrentan a 14 años de cárcel y que, según un informe policial, trabajaban para Desokupa y se dedicaban al tráfico de drogas y a cometer robos. Ellos fueron supuestamente los encargados de colocar la pistola y la droga. El plan se ejecutó el 16 de junio de 2016, cuando el afectado había dejado su coche en el aparcamiento del gimnasio David Lloyd, situado en la avenida Diagonal. Los acusados supuestamente le colocaron una pistola semiautomática, cocaína, una pieza de hachís —cuyo valor total ascendía a 51.238 euros—, un hacha y una navaja. Después, los acusados llamaron al número de un mosso de la sección de estupefacientes que solía recibir llamadas de confidentes y dieron el chivatazo para alertar de que había un hombre con el coche cargado de droga.
Hay dos acusados más, un tío y un sobrino, que habrían introducido la droga y el arma en el vehículo del estibador
Lo que despertó las sospechas fue que para dirigirse al mosso en cuestión, los dos acusados utilizaron un mote con el que el agente era conocido en la comisaría– Trini–, pero no el que usaban los confidentes, Víctor. Los dos mossos acusados habrían facilitado el nombre y el número de teléfono al que debían llamar los colocadores de la droga. También consultaron tres meses antes la ficha policial de la víctima.
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El afectado, que hoy declarará en el juicio, tuvo una disputa con el estibador David Caballero, alias Bubito , al que acusó de dirigir una organización criminal de narcotráfico en el puerto. Caballero fue asesinado de un disparo en la cabeza mientras desayunaba la terraza de un bar en Montgat en noviembre de 2024.





