Para Lionel Messi, la temporada oficial 2025 empezó como casi siempre. Es que no importó la ola polar y las temperaturas bajo cero que tuvo que soportar al pisar el césped del Sporting Kansas City, su rival en el partido de ida de la primera ronda de la Champions de la Concacaf, uno de los cinco títulos que tiene pendientes en su carrera. A la ‘Pulga’, los desafíos lo potencian. Y así quedó demostrado al frotar la lámpara y convertir un golazo que le dio el triunfo al equipo de Javier Mascherano, que venció 1-0 y sigue invicto desde que asumió el cargo.
A los 54 minutos, en una de las pocas jugadas en las que pudo romper el cerrojo defensivo del conjunto local, hubo un aura de Barcelona que se posó sobre Las Garzas. Es que Sergio Busquets recibió en tres cuartos de cancha y le metió un pase ‘colgadito’ al pique al espacio de Messi.
El rosarino controló con el pecho, enganchó con la zurda hacia afuera y definió cruzado de derecha. En la concepción y en la ejecución, fue muy parecido al que convirtió con la Selección Argentina ante Nigeria en el fallido Mundial de Rusia 2018, bajo la conducción de Jorge Sampaoli. En aquel momento, el control fue con el muslo y la definición de sobrepique.
Hubo otra particularidad del gol de la ‘Pulga’, porque mientras retornaba hacia la mitad de la cancha, un pequeño fanático se metió dentro del campo de juego, intentó sacar una foto e incluso que le firme una camiseta, antes de ser capturado por los efectivos de seguridad.
El arranque no había sido del todo cariñoso para Messi, que estuvo muy activo, pidió la pelota e intentó ser el eje del ataque del conjunto dirigido por Mascherano, que todavía no perdió como entrenador del Inter Miami, en seis partidos de este 2025.
Es que a los dos minutos de juego, el capitán albiceleste fue a buscar una pelota para jugar de primera hacia Luis Suárez, pero el defensor alemán Robert Voloder llegó a destiempo y lo tumbó, generando el abucheo de sus propios hinchas en la tribuna. Fue tal el raspón que hasta levantó nieve que estaba sobre el césped. Cuando sonó el silbato inicial, la sensación térmica en el estadio Children’s Mercy Park era de -21 grados.
Los 17 grados bajo cero con los que se jugó el encuentro, que había sido postergado por 24 horas por la ola polar (estaba planificado para el martes por la noche), afectaron visiblemente el desarrollo del encuentro, que contó con pocas chances de peligro hasta que Messi decidió sacar de la galera ese golazo que le permitió sellar su temporada número 21 consecutiva convirtiendo, al menos, un tanto.
La revancha de este encuentro será el próximo miércoles en Fort Lauderdale, donde el Inter Miami intentará cerrar la serie para avanzar a los octavos de final, donde espera el Cavalier, campeón de la Premier League de Jamaica. Antes de ello, Messi y compañía debutarán en la MLS el sábado (19:30, hora argentina) como local frente al New York City FC.
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