Una avioneta con 10 personas a bordo se estrelló en Toluca, México, y hay al menos 6 muertos, informaron medios locales como El Heraldo.
La noticia fue confirmada por Adrián Hernández Romero, coordinador de Protección Civil del estado. Los videos de la caída de la aeronave (de la empresa JetPro) y su posterior combustión se viralizaron rápidamente en redes.
El impacto se produjo contra una bodega industrial -vacía en ese momento- junto a una cancha de fútbol. Se cree que el piloto habría intentado aterrizar allí sin éxito.
De momento, bomberos y personal de seguridad trabajan en el enfriamiento y remoción de la fábrica para poder identificar a las víctimas (los cuerpos de las seis confirmadas fueron recuperados, pero no identificados. Restan cuatro personas por hallar).
La avioneta salió de Acapulco y tenía como destino el aeropuerto de Toluca. Se trataba de un vuelo privado con 8 pasajeros a bordo mas el piloto y el copiloto.
El impacto se produjo exactamente en San Pedro Toltepec, en el cruce de las calles Industria Automotriz y Boulevard Miguel Alemán a las 11:55 del lunes, a 300 metros del aeropuerto donde debía aterrizar.
Así quedó la bodega tras el impacto. Foto: X @GposiadeoficialFlightradar24 informó que el modelo de la aeronave es un Cessna Citation III (Model 650), un avión comercial de tamaño mediano que tiene capacidad de 6 a 9 pasajeros.
Un «casi» accidente en el Caribe
El viernes, un piloto de un vuelo de JetBlue informó que estuvo a punto de chocar en el aire con uno de la Fuerza Aérea estadounidense que no transmitió su posición.
«No tienen el transpondedor encendido, es indignante», le dijo el piloto de JetBlue a un controlador aéreo, tras identificar el tipo de avión con el que se había topado. «Casi chocamos en el aire aquí arriba».
Se trató del vuelo 1112 de JetBlue, con destino a Nueva York tras despegar de Curazao, una pequeña isla en el Caribe sur.
Veinte minutos después del despegue, la aeronave se niveló repentinamente en pleno ascenso, según los datos de seguimiento del vuelo.
Por radio, el piloto de JetBlue declaró que se vio obligado a detener el ascenso del avión a su altitud de crucero para evitar una colisión con el cisterna.
