Un tribunal de Arkansas, Estados Unidos, sentenció a Deja y Justin Rollins a 70 años de prisión por abandono y abuso infantil, tras dejar a cuatro de sus hijos encerrados en un auto expuesto a altas temperaturas, mientras llevaban a otro menor, gravemente herido, al hospital. El caso estremeció al país por su crudeza.
Los hechos ocurrieron en julio de 2024 en Little Rock, cuando personal médico denunció signos de abuso físico y negligencia extrema en un niño de 3 años. La policía encontró a los hermanos de 2, 4, 7 y 10 años en un vehículo cerrado al rayo del sol, a una temperatura promedio de 33 grados. El menor de 2 años, Jay’Dien Rollins, murió al día siguiente por agotamiento térmico.
“El caso más desgarrador que hemos enfrentado”, indicó el fiscal Will Jones. La pareja no colaboró con las autoridades para localizar a los niños, quienes mostraban signos de deshidratación severa. El crimen fue calificado como asesinato en segundo grado.

Un caso crudo y dramático
La policía de Jacksonville, Arkansas, declaró inicialmente en un comunicado de prensa que atendió una denuncia de abuso infantil el 7 de julio de 2024, después de que el hijo de 3 años de la pareja fuera trasladado al hospital. El personal de seguridad del hospital llamó al 911 ese mismo día, tras descubrir que los otros cuatro niños habían sido abandonados en el coche.

Las autoridades dijeron que el esposo y la esposa «no cooperaron para proporcionar la ubicación» de sus hijos en ese momento, según la policía de Jacksonville.
Los cuatro niños sufrían de agotamiento por calor cuando los servicios de emergencia los encontraron y los sacaron del coche. Todos fueron hospitalizados y Jay’Dien, de 2 años, falleció al día siguiente.
Posteriormente, los investigadores registraron la casa de los Rollins y presuntamente encontraron allí un perro desnutrido. El perro fue entregado a los Servicios para Animales de Jacksonville, y la pareja inicialmente enfrentó un cargo de crueldad animal, pero el cargo fue retirado como parte de un acuerdo de culpabilidad.
En su declaración, Jones agradeció a la policía de Little Rock y Jacksonville y a los médicos del Hospital de Niños de Arkansas, entre otros funcionarios.
«Gracias al esfuerzo coordinado de estos dedicados profesionales, logramos una resolución que refleja la gravedad de estos crímenes y garantiza que estos niños no sean olvidados», añadió el abogado.