«En el marco del Día Mundial de la Salud, Mercociudades reafirma su compromiso con la promoción y protección del derecho a la salud para todas las personas que habitan nuestros territorios. Reconocemos que la salud es un pilar fundamental para el desarrollo sostenible, la construcción de sociedades justas y equitativas y la construcción de comunidades resilientes.
Los gobiernos locales desempeñamos un papel esencial en la gestión de la salud, ya que somos la primera línea de contacto entre la población y los servicios sanitarios. Nuestra cercanía con la comunidad nos permite conocer de cerca sus necesidades y particularidades, diseñar e implementar políticas públicas adaptadas a cada realidad territorial y garantizar el acceso equitativo a la atención sanitaria.
En estos términos, la Atención Primaria de Salud (APS) es el primer punto de contacto entre las personas y el sistema de salud, y se enfoca en brindar atención integral y continua a lo largo de la vida, y ello requiere de la promoción de la participación comunitaria en la gestión de la salud, por lo que fortalecer la APS desempeña un papel crucial en la promoción de la salud y la prevención de enfermedades. La APS es la base de un sistema sanitario sólido y eficiente y la inversión y el fortalecimiento de los equipos de salud locales resultan indispensables.
Sin embargo, los gobiernos locales enfrentamos importantes desafíos en nuestra labor. La falta de recursos económicos limita nuestra capacidad para fortalecer los sistemas de salud locales, ampliar la cobertura de servicios y mejorar la infraestructura sanitaria, y no menor, brindar a los y las profesionales a cargo oportunidades de capacitación continua. También las desigualdades territoriales ofrecen un desafío para la gestión de la salud, es decir las disparidades en el acceso a la salud entre zonas urbanas y rurales, así como entre diferentes grupos poblacionales, persisten y demandan acciones urgentes.
La pandemia por el virus del Covid-19 dejó claro que los Estados tenemos la responsabilidad de generar y coordinar acciones colaborativas con los demás gobiernos y organizaciones de la sociedad civil, tendientes a enfrentar las adversidades y catástrofes que afectan a nuestras poblaciones.
Los gobiernos locales además enfrentamos nuevos desafíos relacionados a las consecuencias producidas por el cambio climático, en tanto periódicamente afrontamos eventos climáticos extremos que impactan en la salud de nuestras sociedades, aumentando el riesgo de enfermedades respiratorias, transmitidas por vectores y afectando la salud mental.
La salud mental se ha convertido en una creciente preocupación que requiere urgente atención en las últimas décadas. Es un derecho humano que forma parte de la salud integral de todas las personas y está determinada por múltiples factores sociales, psicológicos y biológicos. La falta de atención a la salud mental puede tener un impacto negativo en la sociedad, como: pobreza, desempleo, inseguridad, disrupciones familiares y comunitarias, dificultades en el éxito escolar en la niñez y en la adolescencia.
Los gobiernos locales podemos mejorar la salud mental de nuestras comunidades promoviendo el bienestar; previniendo riesgos y ofreciendo servicios de apoyo, de asesoramiento y acompañamiento; creando políticas que promuevan el bienestar y la prevención de riesgos para la salud mental, la participación social, el empoderamiento a su ciudadanía y la atención oportuna para prevenir enfermedades mentales y adicciones.
En este Día Mundial de la Salud, reafirmamos nuestro compromiso y nuestro Llamado a la Acción para:
Fortalecer los sistemas de salud locales, invirtiendo en infraestructura, equipamiento y personal capacitado.
Reducir las desigualdades territoriales, priorizando la atención en poblaciones vulnerables.
Integrar la adaptación al cambio climático en nuestras políticas de salud.
Promover la salud mental, eliminando estigmas y ampliando el acceso a servicios.
Trabajar en articulación con gobiernos nacionales, provinciales y otros actores sociales.
Desde la Vicepresidencia de Desarrollo Social y Salud de Mercociudades, reafirmamos nuestro compromiso en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. Es necesario alinear nuestras políticas de salud con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente el ODS 3 (Salud y Bienestar) y el ODS 10 (Reducción de las Desigualdades).
Invitamos a las «mercociudades» a sumarse a este compromiso y a trabajar juntas para construir sistemas de salud más justos, equitativos y eficientes para la construcción de ciudades más saludables y resilientes. La salud es un derecho de todos y todas y una responsabilidad compartida».
