La acería Acerbrag, la empresa más grande de Bragado, confirmó que suspenderá su producción por tiempo indeterminado. La medida afecta de forma directa a 600 trabajadores y sacude la economía de una ciudad de 46.000 habitantes.
El anuncio llegó desde la propia firma, ubicada en el Parque Industrial, y generó incertidumbre y preocupación entre los empleados y sus familias. Los capitales brasileños que controlan la compañía argumentaron que la decisión responde a la fuerte caída en las ventas y a la falta de expectativas de recuperación en el corto plazo.
No es la primera vez que Acerbrag detiene sus operaciones. En febrero pasado paralizó las áreas de laminación y acería durante un mes, pero ahora la suspensión no tiene fecha de finalización.
Hace un año, en plena retracción del mercado, la empresa ya había despedido a 80 empleados. Poco después, anunció una parada técnica para cambiar un transformador y aumentar la capacidad productiva, un movimiento que entonces no generó alarma.
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Voceros de la firma explicaron a Bragado TV que, “frente a la falta de expectativas de mejoras en la demanda y ante la sostenida crisis industrial, la empresa deberá parar nuevamente sus operaciones” a partir de la próxima semana.
En julio, la planta produjo unas 23.000 toneladas, cifra que para los trabajadores resultó “aceptable” en el contexto actual. Sin embargo, los problemas de ventas se suman a un conflicto salarial prolongado: la paritaria de 2024 demandó más de diez meses de negociación y la de 2025 aún espera homologación oficial.
La crisis de Acerbrag no es aislada. El sector siderúrgico atraviesa un momento crítico que también afecta a gigantes como Ternium, Tenaris y Acindar, golpeados por la recesión y la caída de la demanda en rubros como la construcción, el agro, la industria automotriz y la línea blanca.
En Bragado, el parate de su principal fuente de empleo se siente como un golpe directo al corazón productivo de la ciudad, con un impacto que amenaza con extenderse a toda la economía local.