En un comunicado de prensa la entidad reconoció que, aunque existe desde 2023 en el Hospital Central, ante el incremento de raptos de bebes en los últimos meses se decidió junto a los ministerios de Salud e Interior reforzar el protocolo en particular en las áreas de maternidad y pediatría y extenderlo a todas las unidades sanitarias de la nación.
Según el texto, el mecanismo aborda refuerzos en los departamentos de gineco-obstetricia, neonatología y medicina pediátrica, e incluye cobertura policial y de seguridad institucional que permite asegurar los accesos de entrada y salida del sector con el porte de brazaletes identificativos y en el caso de los acompañantes un pase especial.
Otras disposiciones engloban la utilización de circuitos de cámaras de seguridad en el área de maternidad, y control permanente en los accesos principales, así como un sistema de alarma ante eventual rapto de recién nacidos que activa todo el sector y llama a los servicios de vigilancia.
Medios locales dieron cuenta del incremento en los casos de robos de bebes durante 2024 en centros médicos de varias localidades, lo cual motivó reacción de las autoridades que establecieron fuerzas para reforzar los servicios hospitalarios de cuidado, e involucran tanto a agentes del orden como a los trabajadores.
Paraguay, según estudios de organizaciones no gubernamentales, enfrenta una situación compleja en el tema de abusos y explotación sexual en niños y adolescentes, sector de alta vulnerabilidad que incluye el tráfico de bebés.
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