El coleccionista de arte Jorge Helft murió en París a los 91 años. Vinculado al arte desde su infancia, dado que su padre Jacques y su abuelo fueron reconocidos anticuarios, Helft vivía en París desde 2016 alternando sus estancias allí con Uruguay donde se radicó y organizó varias exposiciones. Se había radicado en Trouville-sur-Mer con la soprano francesa Sylvie Robert, su segunda esposa.
El Museo de Arte Moderno de Buenos Aires despide a Jorge Helft (1934-2025), uno de los coleccionistas más importantes de la Argentina y de América Latina, que murió hoy en París, ciudad de su nacimiento.
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— Moderno (@modernoba) March 31, 2025
Había estado casado 40 años con Marion Eppinger, más conocida como Marion Helft, con quien fue configurando la valiosa colección que poseía. Ambos tuvieron tres hijos. Uno de ellos, Nicolás, fue director de Villa Ocampo, cargo que ganó por concurso de Unesco.
Inició su colección de arte con una obra de Julio Le Parc del Di Tella que pagó 300 dólares en cuotas y comenzó comprando artistas argentinos, configurando un acervo importantísimo alrededor de una veintena de nombres. Su primera obra de arte internacional fue una de Paul Klee que adquirió en Europa con su ex mujer Marion, con quien compartió 40 años de vida.
Crítico observador del mercado del arte y sus precios muchas veces irrisorios, Helft había estado en Buenos Aires en 2022 cuando en Fundación PROA se inauguró la retrospectiva de Christo y Jeanne-Claude, a la que llamó “una reinterpretación” de la que se había montado ese verano en Punta del Este, para la apertura del MACA (Museo de Arte Contemporáneo Atchugarry), que lo tuvo como factótum dada su amistad de décadas con la pareja y el acceso que tiene al archivo de los artistas en Nueva York.
Pasión por el arte y la belleza
La suya sin duda fue la historia de una pasión por el arte y la belleza, quizá impulsado por su vida migrante que lo arrancó de Francia en 1939, con el avance nazi sobre Europa, con destino a Nueva York gracias a las visas que consiguió su familia, a través del MoMA. Tiempo después, su familia se radicó en Buenos Aires.

Se vinculó con la flor y nata de la sociedad argentina, las familias más poderosas que a su vez también han sido o son mecenas del arte y creó la Fundación San Telmo, donde expuso su colección, así como de las fundaciones del Teatro Colón y Antorchas, desde donde dio impulso a artistas como Guillermo Kuitca, a la vez que integró la comisión directiva del ICOM (Consejo Internacional de Museos). En dos ocasiones fue curador de los envíos argentinos a la Bienal de Arte de Sao Paulo. Sin dudas fue desde la Fundación San Telmo donde marcó el pulso de la evolución del arte argentino.
Su acervo de arte se configuró con obras extraordinarias, como contó alguna vez en entrevistas. Por ejemplo “Juanito va a la ciudad”, de Berni, que vendió al Museo de Houston por una fortuna, así como obras de Lucio Fontana, Ives Klein, Tom Wesselmann, Christo y Jeanne-Claude, Roy Lichtenstein, Andy Warhol, Louise Bourgeois, Joseph Beuys, Michelangelo Pistoletto, Liliana Porter, Antonio Berni, Xul Solar, Jorge de la Vega, Yuyo Felipe Noé, Grete Stern, Victor Grippo, entre otras.
En su libro Recuerdos de un coleccionista de arte, Helft reunió y ordenó recuerdos, anécdotas y vivencias no solo de su pasión, sino también de su trabajo como gestor y promotor de la vida cultural. Fue un testigo privilegiado del decurso del arte argentino desde fines de los años cuarenta.
Artistas fundamentales
A través de los años apoyó a artistas fundamentales como a Stern y Berni, ya mencionados, pero también a Libero Badii, Clorindo Testa, Alberto Greco, Juan Carlos Distéfano, Pablo Suárez, Graciaela Sacco y el propio Kuitca.
Con su exmujer Marion, el fallecido Jorge Helft coleccionó además un importante acervo de Jorge Luis Borges, conservado hoy en el Borges Center de la Universidad de Pittsburgh, Estados Unidos. En el caudal custodiado hay documentos personales de la familia Borges, partidas de nacimiento, fotografías, dibujos de Norah Borge, primeras ediciones, etc.
Sus vínculos con otros coleccionistas y jugadores del mercado del arte también aparecen en ese libro que recoge entretelones de la gestión artística y el coleccionismo de arte del último siglo.
Tras radicarse en Montevideo se trasladó a Francia, de donde la Segunda Guerra Mundial lo había arrancado sorpresivamente en 1939, donde finalmente murió.