El aroma desagradable resulta de la acción de bacterias en la piel que descomponen las proteínas del sudor generando compuestos malolientes, pero puede prevenirse.

Foto: Freepik.
Redacción El País
Las altas temperaturas o la actividad física intensa pueden provocar una sudoración excesiva y con ello uno de los problemas más comunes del día a día: el mal olor en las axilas. Aunque los desodorantes comerciales están al alcance de todos, cada vez más personas buscan alternativas naturales para mantener una buena higiene sin recurrir a químicos.
Uno de los remedios caseros más populares es el bicarbonato de sodio, conocido por su capacidad para neutralizar olores y mantener la piel limpia.
Por qué huelen mal las axilas y cómo usar el bicarbonato
Contrario a lo que muchos piensan, el sudor por sí solo no tiene olor. Lo que realmente produce ese aroma desagradable es la acción de ciertas bacterias en la piel que descomponen las proteínas del sudor, generando compuestos malolientes.
El bicarbonato no solo enmascara el olor, sino que ayuda a evitar que se produzca. Su efecto se debe a que regula el pH de la piel y crea un ambiente menos favorable para el desarrollo de bacterias. A diferencia de algunos desodorantes que solo cubren el mal olor con fragancia, este producto actúa sobre la causa del problema.
Preparar y usar bicarbonato como desodorante es muy fácil. Solo se necesita:
- Una cucharadita de bicarbonato de sodio
- Gotas de agua o jugo de limón
Mezclá los ingredientes hasta obtener una pasta. Aplicá directamente sobre las axilas limpias, deja actuar unos minutos y luego enjuagá con agua tibia. El limón, gracias a su contenido de ácido cítrico, potencia el efecto antibacteriano. Eso sí, si vas a exponerte al sol, usalo con precaución para evitar manchas en la piel.

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Otras alternativas naturales
Además del bicarbonato, el vinagre de manzana es un gran aliado contra el mal olor corporal. Su efecto regulador del pH ayuda a mantener controlada la proliferación bacteriana, aunque su aroma inicial puede resultar un poco fuerte.
También hay algunos hábitos que pueden hacer una gran diferencia:
- Depilarse con frecuencia: reduce la acumulación de bacterias.
- Usar jabones neutros: cuidan el equilibrio natural de la piel.
- Mantener una dieta saludable y baja en grasas: puede influir positivamente en el olor corporal.
En base a información de El Tiempo/GDA
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