Esta mañana el alcalde Jaume Collboni se reunirá por primera vez con los responsables de Airbnb en España. Las posiciones no podían estar más alejadas. Al anuncio del Ayuntamiento de Barcelona de no renovar las 10.000 licencias de alojamientos turísticos a partir de 2028, se suma la denuncia pública de la primera teniente de alcalde, Laia Bonet, sobre el mantenimiento, por parte de la plataforma, de 800 anuncios de pisos turísticos ilegales. Unos anuncios que la compañía afirma que ya han sido retirados.
Bonet consideraba que no borrarlos suponía romper el pionero convenio establecido en 2018, por el que la plataforma cede datos a los inspectores municipales y retira los anuncios que no cumplen la ley. Sin embargo, sobre este acuerdo, el director general de Airbnb, Jaime Rodríguez, asegura que “lo hemos mantenido pese a tener una vigencia que acabó hace dos años” y afirma que “es hora de abordar qué modelo quiere tener Barcelona y qué papel va a tener el alquiler de corta duración en el futuro”.
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Rodríguez se muestra abierto al diálogo pero contundente con la necesidad de negociar el mantenimiento de licencias en la ciudad y de ceñirse a la normativa que se aprobará a nivel europeo. El responsable de Airbnb celebra que Collboni haya convocado esta reunión pero lamenta que el Ayuntamiento no respondiera “a la propuesta de acuerdo que les hicimos llegar en marzo”.
”La comunicación del Ayuntamiento hacia nosotros es muy agresiva; el alquiler de corta duración en general y Airbnb se han convertido en una excusa muy recurrente particularmente en Barcelona; donde llevamos diez años de moratoria y donde en los últimos cinco años, los anuncios de Airbnb se han reducido en un 50%”, asegura Rodríguez quien aboga por dialogar, “para avanzar en mejorar la ordenación de la actividad, pero eliminarla no es proporcional ni coherente, y lo dicen organismos de competencia”.