Girona se engalana estos días. La ‘ciudad de las moscas’ celebra el tradicional ‘Temps de Flors’. Desde la escalinata de la catedral hasta la plaça del vi, pasando por el puente de les Peixateries Velles, los pétalos de todos los colores adornan las calles. Un evento multicromático donde no faltó el blanc-i-vermell de un Montilivi que a la postre, para desgracia de los gironins, se tiñó de amargo amarillo. El equipo de Míchel, este sábado de Salva Fúnez por un problema de salud del vallecano, quiso acompañar esta semana tan señalada con un triunfo, o al menos un empate que acercara más la permanencia, pero el Villarreal aguó la fiesta con un gol en el minuto 89 de Etta Eyong. Aún toca sufrir un poco más para asegurar la plaza en Primera.
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