Las bebidas alcohólicas forman parte de muchas culturas, celebraciones y costumbres sociales. Sin embargo, no todos los tipos de alcohol impactan de igual forma en el cuerpo humano. Existen alternativas que, consumidas con moderación, pueden resultar menos agresivas para el sistema digestivo y la salud en general.
A diferencia de las bebidas con alto contenido de azúcares, aditivos o grados alcohólicos elevados, algunas opciones más “limpias” -como el vino tinto seco o el vodka destilado de buena calidad- han demostrado ser menos dañinas.
Incluso ciertos estudios mencionan que el consumo moderado de vino tinto podría tener efectos beneficiosos en la salud cardiovascular, aunque esto no exime de sus efectos negativos si se abusa.

Uno de los factores clave es la acidez del alcohol y cómo esta afecta al revestimiento del estómago. Algunas bebidas irritan más que otras, sobre todo si se consumen con el estómago vacío. Por eso, quienes sufren de acidez, gastritis o molestias digestivas deberían prestar especial atención al tipo de bebida que eligen.
Si bien el consumo de alcohol conlleva riesgos, algunos tipos de bebidas con alcohol se consideran menos agresivos para el aparato digestivo. Esto se debe a su nivel de pureza, la forma en que son destilados o fermentados, y la cantidad de azúcar o conservantes añadidos.
Evitar los tragos con gaseosas azucaradas, energizantes o licores industriales también es clave para reducir el impacto gástrico. Las combinaciones con alto contenido de azúcares o cafeína no solo alteran el sistema digestivo, sino que potencian la deshidratación y los efectos adversos.
- Vino tinto seco: gracias a su bajo contenido de azúcar y presencia de antioxidantes naturales (como el resveratrol), puede ser más tolerable.
- Vodka destilado de alta pureza: al ser neutro y libre de componentes fermentativos pesados, suele irritar menos.
- Gin seco: con menor cantidad de azúcar que otros destilados, aunque su graduación alcohólica requiere especial cuidado.
- Whisky añejo sin aditivos: aunque fuerte, algunas versiones de alta calidad pueden resultar más limpias en el estómago.
- Tequila 100 % agave: las versiones auténticas, sin mezclas industriales, pueden ser mejor toleradas por su menor contenido de aditivos.
Bebidas alcohólicas: posibles riesgos para la salud
Más allá de las diferencias entre tipos de alcohol, todas las bebidas alcohólicas implican riesgos para la salud cuando se consumen de forma habitual o en exceso. Es importante conocer estos efectos para tomar decisiones informadas.

Según el sitio especializado “Cuidate Plus” entre los principales riesgos se encuentran:
- Irritación gástrica y daño a la mucosa del estómago.
- Incremento de acidez estomacal o reflujo gastroesofágico.
- Aumento del riesgo de enfermedades hepáticas, como hígado graso o cirrosis.
- Problemas cardiovasculares si se consume en exceso.
- Deshidratación severa, sobre todo si se acompaña con actividad física o calor.
- Deterioro cognitivo y daño neurológico con consumo prolongado.
- Dependencia y adicción, sobre todo con consumo regular.
- Interacciones medicamentosas peligrosas, especialmente con psicofármacos.
Qué alcoholes conviene evitar si tenés problemas digestivos
Para quienes padecen de gastritis, acidez frecuente o colon irritable, algunas bebidas alcohólicas deberían evitarse completamente. Estas son las más problemáticas:
- Vinos blancos dulces o espumantes: su acidez y azúcar potencian la irritación gástrica.
- Cerveza industrial o artesanal con mucha levadura: puede generar inflamación o fermentación excesiva.
- Licores cremosos o con sabores artificiales: suelen tener una alta carga de aditivos y conservantes.
- Bebidas fermentadas como sidras o aperitivos dulces: combinan alcohol con alto contenido de azúcar, lo que agrava la acidez.
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