A los terribles incendios forestales del último verano en la Patagonia andina, que hasta dejaron un muerto en El Bolsón, se sumó el invierno más seco en los últimos 14 años, y todo eso motivó una drástica decisión de los gobiernos de Neuquén, Río Negro y Chubut. Los tres publicaron decretos en los que prohíben encender fuego en lugares públicos e imponen multas millonarias a quienes no cumplan la norma.
Esta semana los gobernadores de Chubut, Ignacio Torres, y de Río Negro, Alberto Weretilneck, publicaron decretos similares en los que declararon la «emergencia ígnea». El último verano la zona cordillerana de ambas provincias padeció los incendios forestales que consumieron miles de hectáreas de bosques, destruyeron viviendas y generaron el rescate de turistas más grande el país.
Prevén una temporada de muy alto riesgo. «A los factores físicos favorables a la ocurrencia y propagación del fuego, tales como rayos, fuertes vientos, altas temperaturas, escasa precipitación, topografía y vegetación en condiciones de arder, se suma la creciente presencia humana de la población local y visitantes, que aumenta de manera considerable el riesgo de incendios de vegetación», indica el decreto del gobierno rionegrino.
Entre el 30 de enero de este año y el 9 de febrero, en El Bolsón (Río Negro) el fuego arrasó con 191 viviendas (144 destruidas por completo y 47 parcialmente), casi 3.600 hectáreas de bosque y la vida de Don Ángel Reyes, un poblador de 87 años que se quedó a resistir en su casa.
A partir de esa tragedia, ahora prohíben por un año «la generación de cualquier tipo de fuego al aire libre y de toda actividad que pueda dar lugar al inicio de incendios en las tierras públicas» y «en todos aquellos espacios que no estén específicamente habilitados».
Las ráfagas alimentaron el fuego en Mallín Ahogado, El Bolsón. Foto Euge Neme Por su parte, el gobierno de Chubut declara la misma emergencia hasta el 30 de abril de 2026. Entre los argumentos, el decreto alerta sobre el incremento de biomasa y combustible vegetal disponible, lo que incrementa la probabilidad de incendios.
Hace solo dos semanas, el disparo de un arma de fuego durante un ejercicio militar provocó un incendio forestal en la zona de Laguna La Zeta, en Esquel. Unos 35 brigadistas trabajaron horas para contenerlo y devoró casi cinco hectáreas. «La fricción de una bala sobre una piedra puede generar una chispa que encienda el pasto. Tenemos un déficit de entre 30 y 40% menos de lluvia en el año, lo que aumenta el riesgo», dijo Abel Nievas, secretario de Bosques de la provincia, en diálogo con FM El Chubut.
En Neuquén, la Secretaría de Emergencias y Gestión de Riesgos recordó que en la provincia está vigente el decreto de emergencia ígnea y que está prohibido hacer fuego en lugares no autorizados. Este año, el incendio forestal en el Parque Nacional Lanín consumió 22.100 hectáreas y demoraron tres meses en controlarlo.
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En las tres provincias remarcan a través de los decretos que las fiscalías están facultadas para dar «inicio inmediato a las acciones legales de carácter penal y patrimonial por daños y perjuicios contra los autores, causantes y/o responsables» de los fuegos, «con el objeto de obtener el resarcimiento de los gastos en que deba incurrir el Estado Provincial para su combate y extinción».
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Pero además, en el caso de Río Negro, la provincia dispuso multas millonarias. Van desde «un mínimo de cien (100) a un máximo de cien mil (100.000) litros de gasoil ultra diésel YPF, incrementando su monto de acuerdo al riesgo, peligro, daño potencial y toda otra circunstancia».
Un cálculo rápido revela que los 100 mil litros tendrían un costo superior a los 160 millones de pesos.
En el caso de Chubut, además exigen extremar los controles y la vigilancia a concesionarios turísticos, complejos hoteleros, campings y clubes.





