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La región patagónica, particularmente las provincias de Río Negro, Chubut y Santa Cruz enfrentan una creciente amenaza ante el riesgo que impone un posible masivo nacimiento de la Tucura Sapo, una plaga que causa graves daños en cultivos y pastizales. Al respecto, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) emitió una alerta fitosanitaria, a la que se plegó nuestra provincia.
Desde el CAP (Consejo Agrario Provincial) se instó a los productores a denunciar la presencia de esta invasión para coordinar acciones de control efectivas. El director de Desarrollo Agrícola de Santa Cruz, ingeniero Giovanni Di Lillo, explicó –entrevistado en LU12 AM680– que la Tucura Sapo tiene ciclos poblacionales de aproximadamente tres años, aunque estos pueden variar según las condiciones climáticas. También dijo que la sequía persistente en la región, que afecta la disponibilidad de pastizales, ha favorecido una explosión poblacional de la plaga, similar a la registrada en 2022 en zonas como Pampa Alta.
La Tucura Sapo pasa el invierno en forma de huevos y, cuando las condiciones son favorables, sus poblaciones se multiplican rápidamente. La falta de lluvias y las altas temperaturas contribuyen a que esta plaga se expanda con mayor rapidez, generando un escenario de alarma para los productores.
Se trata de un insecto ortóptero que puede alcanzar tamaños considerables, llegando a medir hasta 12 centímetros, y se caracteriza por su capacidad de formar enjambres que devastan grandes extensiones de vegetación en pocos días. En Santa Cruz, su presencia ha sido detectada principalmente en el norte de la provincia, donde las condiciones climáticas y la sequía favorecen su proliferación.
Relevamiento
Este insecto representa una amenaza significativa para la producción ganadera y forrajera, ya que consume grandes cantidades de pasto natural e implantado, reduciendo la disponibilidad de alimento para el ganado. Además, su impacto en los cultivos de cereales y legumbres puede ser devastador, afectando la economía local y regional.
Para comenzar, Di Lillo aclaró que este insecto no vuela (salta), lo que es un beneficio ya que si volara podría alcanzar mayor cantidad de terreno. “Se declaró el alerta fitosanitaria de por medio de Senasa, la cual se obliga a productores, gente que está relacionado al campo, instituciones también, como Consejo Agrario, INTA, etc. que en el caso de detectar la presencia de esta plaga, deben hacer la denuncia de forma obligatoria” ya que “va a servir para tener un relevamiento del avance de la plaga y en qué situación estamos”.
Asimismo, comentó que el impacto más severo es en el consumo del recurso forrajero que implica para los campos ya que “campo que pasa, arrasa con todo y cuesta recuperar lo que de por sí es dificultoso en el sur, el recurso forrajero esto lo agrava más, sobre todo ahora en un año de sequía”.
“Campo que pasa, arrasa con todo y cuesta recuperarlo”. Giovanni Di Lillo.
Para el ingeniero agrónomo, es una plaga que está bueno seguirla de cerca aunque no es algo nuevo. En ese sentido, sostuvo que cuando se habla con gente del campo dicen que la han visto ya en los años 80’. “No es una novedad, pero sí es llamativo el avance y el crecimiento de la especie que está naturalizada ya hace tantos años en la zona”, subrayó.
Esta variedad de Tucura “se da principalmente acá en el sur porque las condiciones climáticas se adaptan para que su ciclo de vida se cumpla correctamente“. Pasa el invierno bajo tierra y ante las condiciones climáticas adversas, “entierra sus huevos en zonas por debajo de matas y estos huevos a esta altura del año, un poquito antes incluso, empiezan a eclosionar y nacen los primeros juveniles”, dijo.
En cuanto al estadio de control más adecuado, comentó que sería en este momento de que son juveniles que todavía no llegaron a la etapa de reproducción. “Uno lo que busca es que no se reproduzcan, porque ya si llegan a la etapa de reproducción y empiezan a colocar huevos, ahí ya está hecho el daño a futuro. No es peligrosa ni para ser humano ni para los animales, no transmite enfermedad, no pican. Así que en eso no hay riesgo”, aclaró.
Finalmente, Di Lillo sostuvo que hay una serie de insecticidas autorizados por Senasa, algunos son de aplicación por aspersión y otros son cebos. “Cualquiera de las dos alternativas en este momento sirve, pues la Tucura está alimentándose, pero en este sentido siempre se recomienda acudir a un ingeniero agrónomo que haga la recomendación dependiendo el caso y la situación de cada uno”, expresó el profesional del CAP.





