Si bien el invierno aun no terminó, quienes cuenten con una huerta en casa ya pueden planificar los cultivos propios de la primavera y elaborar almácigos de todo tipo. Camino a septiembre, ya se puede comenzar a proyectar principalmente las hortalizas que se desarrollaran durante los días más templados.
En diálogo con Radio Universidad, el ingeniero agrónomo Gonzalo Pares señaló que el tomate, el morrón, la berenjena y la albahaca son plantas “muy apreciadas” por la cultura culinaria local y que ya pueden empezar a prepararse en almácigos. No obstante, aclaró que, mientras continúe el invierno, los cultivos deben ser protegidos del frío.
“Son plantas sufren las bajas temperaturas. Quizás en los lugares urbanos están un poco más protegidas, pero en espacios más abiertos se registran temperaturas menores y hay que tener más cuidado. Si las sembramos en un cajón, maceta o algún recipiente pequeño, no hay que dejarlas a la intemperie porque la helada las mata”, aseguró.
En este contexto, también aclaró que un almácigo es un espacio reducido, de siembra transitoria, en donde las plantas se desarrollarán hasta que tengan, por lo menos, tres o cuatro hojas verdaderas. “Luego ya están listas el trasplante. En el caso de las plantas mencionadas, el momento ideal para hacerlo es cuando ya no haya más heladas. Entre fines de septiembre y principios de octubre ya podemos trasplantarlas al aire libre”, compartió.


Almácigos y poda de frutales camino a la primavera
Por otra parte, Pares indicó que, con relación a los árboles frutales, se recomienda su poda una vez que pierden las hojas, que puede ocurrir hasta el mes de agosto. Asimismo, alertó sobre las plagas que podrían poner en riesgo su salud.
“Árboles como el durazno o los ciruelos pueden ser invadidos por la mosca de la fruta, un gusano que se mete dentro de la fruta y, en el caso puntual del durazno, puede afectar las hojas. Es por esto que agosto es un mes clave para empezar a hacer tratamientos naturales para este tipo de problemas”, cerró.